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Mente, Carácter y Personalidad 1
El amor interpreta favorablemente los motivos ajenos
El amor “no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita,
no guarda rencor”.
1 Corintios 13:5
. El amor que se asemeja al de
Cristo atribuye las razones más favorables a los motivos y los actos
de los demás. No expone innecesariamente sus faltas; no escucha
con ansias los informes desfavorables; más bien trata de recordar
las buenas cualidades de los demás.—
Los Hechos de los Apóstoles,
263 (1911)
.
[215]
El amor suaviza la vida entera
Aquellos que aman a Dios no pueden abrigar odio o envidia.
Mientras que el principio celestial del amor eterno llena el corazón,
fluirá a los demás [...]. Este amor no se limita a incluir solamente “a
mí y a los míos”, sino que es tan amplio como el mundo y tan alto
como el cielo, y está en armonía con el de los activos ángeles. Este
amor, albergado en el alma, suaviza la vida entera, y hace sentir su
influencia en todo su alrededor. Al poseerlo, no podemos sino ser
felices, sea que la fortuna nos favorezca o nos sea contraria.
Si amamos a Dios con todo nuestro corazón, hemos de amar
también a sus hijos. Este amor es el Espíritu de Dios. Es el adorno
celestial que da verdadera nobleza y dignidad al alma y asemeja
nuestra vida a la del Maestro. Cualesquiera que sean las buenas
cualidades que tengamos, por honorables y refinados que nos con-
sideremos, si el alma no está bautizada con la gracia celestial del
amor a Dios y a nuestros semejantes, nos falta verdadera bondad,
y no estamos listos para el cielo, donde todo es amor y unidad.—
Testimonies for the Church 4:223, 224 (1876)
;
Testimonios Selectos
3:265, 266
.
El verdadero amor es espiritual
El amor, fuera del ámbito de la pasión y el impulso, llega a ser
algo espiritual y se revela en palabras y actos. Un cristiano debe
tener ternura y amor santificados, en los cuales no hay impaciencia
o desasosiego; los modales rudos y ásperos deben ser suavizados
por la gracia de Cristo.—
Testimonies for the Church 5:335 (1885)
.