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Mente, Carácter y Personalidad 1
La verdadera educación combina lo intelectual con lo moral
El Señor ha estado esperando por mucho tiempo que nuestros
maestros caminaran en la luz que les envió. Se necesita humillar
el yo para que Cristo pueda restaurar la imagen moral de Dios
en el hombre. El carácter de la educación que se ofrece debe ser
grandemente transformado antes de que pueda dar el molde correcto
a nuestras instituciones. Solo cuando las facultades intelectuales
y morales se combinan para el logro de la educación se alcanza
la norma de la Palabra de Dios.—
The Review and Herald, 3 de
septiembre de 1908
;
Fundamentals of Christian Education, 527
.
La verdadera piedad eleva y refina
Nuestro pueblo en todas partes permite que sus mentes se eleven
muy poco y tengan una visión muy estrecha. Permiten que los planes
de las agencias humanas los guíen y que un espíritu mundano los
moldeé, en vez de que lo hagan los planes de Cristo y el Espíritu
de Cristo. Se me ha instruido que diga a nuestro pueblo: Miren
por sobre lo terrenal a lo celestial. Los Números no son evidencias
de éxito; si lo fueran, Satanás podría pretenderlo. Es el grado de
poder moral que permea nuestras instituciones, nuestras escuelas y
nuestras iglesias. Representar a Cristo por medio de virtudes como
las de él debiera ser el gozo de todos, desde el mayor hasta el menor.
Aprendan todos nuestros maestros que la verdadera piedad y el amor
manifestados en obediencia a Dios elevará y refinará.—
Carta 316,
1908
.
La necesidad de entereza
La entereza es necesaria para obtener éxito en la edificación del
carácter. Debe haber un ferviente deseo de llevar a cabo los planes
del Maestro-constructor. Las maderas que se utilicen tienen que ser
sólidas; no puede hacerse un trabajo descuidado e indigno de con-
fianza, porque arruinaría la edificación. En esta obra hay que trabajar
con todo el ser. Exige fortaleza y energía; ninguna reserva debe
malgastarse en asuntos sin importancia. Han de ponerse al trabajo
la decidida fuerza humana, en colaboración con el Obrero divino.
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Debe realizarse un esfuerzo ferviente y perseverante por romper con