Página 169 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 1 (2003)

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El este y el oeste
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manifiesto el don que existe en ellos, pierden en lugar de ganar en
fortaleza, espiritualidad y poder.
Vi que en el Oeste debieran realizarse esfuerzos especiales en
carpas; porque los ángeles de Dios están preparando las mentes en
ese lugar para recibir la verdad. Por eso es que Dios ha instado a
algunos en el Este a trasladarse al Oeste. Sus dones pueden lograr
más en el Oeste que en el Este. El trabajo principal de la obra se
encuentra en el Oeste, y es de la mayor importancia que los siervos
de Dios avancen para aprovechar la providencia que él les presenta.
Vi que cuando el mensaje aumente notablemente en poder, en-
tonces la providencia de Dios abrirá y preparará el camino en el
este para que se cumpla mucho más de lo que se ha logrado en este
momento. Entonces Dios enviará a sus siervos con poder para visitar
lugares donde muy poco o nada se puede hacer ahora, y algunos que
ahora son indiferentes serán estimulados y aceptarán la verda
.
Vi que Dios ha dado una advertencia a los que se han trasladado
del este al oeste. Les ha mostrado su deber y les ha hecho ver que
no debe ser su objetivo hacerse ricos, sino obrar para el bien de las
almas, vivir su fe y decir a la gente que este mundo no es su lugar.
La advertencia era suficiente si se la hubiera obedecido; pero
muchos no se preocuparon de considerar lo que Dios les había mos-
trado. Se lanzaron hacia adelante y se embriagaron con el espíritu
del mundo. “Mirad hacia atrás—dijo el ángel—, y considerad todo lo
que Dios ha mostrado concerniente a los que se trasladan del Este al
Oeste”. ¿Lo han obedecido? Vi que habéis actuado completamente
en contra de las enseñanzas de Dios, habéis adquirido mucho, y en
lugar de que vuestras obras digan a los que están a vuestro alrededor
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que buscáis una patria mejor, han declarado llanamente que vuestro
hogar y vuestro tesoro están aquí. Vuestras obras han negado vuestra
fe.
Pero eso no es todo. Falta el amor que debiera existir entre los
hermanos. “¿Soy yo guarda de mi hermano?” es lo que algunos han
dicho. En los corazones de los hermanos ha habido un espíritu de
egoísmo y codicia. En lugar de buscar los intereses de los hermanos
y en lugar de ocuparse de ellos, han mostrado manifiestamente un
El resto de este artículo es de una visión recibida en Round Grove, Illinois, el 9 de
diciembre de 1856.