Página 124 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

Basic HTML Version

120
Joyas de los Testimonios 2
Poseemos la teoría de la verdad, y ahora necesitamos procurar
muy fervientemente su poder santificador. No me atrevo a callar en
este tiempo de peligro. Es un tiempo de tentación y de abatimiento.
Cada uno está asediado por las trampas de Satanás, y debemos unir-
nos para resistir su poder. Debemos ser de un mismo ánimo, hablar
las mismas cosas, y glorificar a Dios de una misma boca. Entonces
podremos ampliar con éxito nuestros planes, y por vigilantes esfuer-
zos misioneros, aprovechar todo talento que podamos usar en los
varios departamentos de la obra.
A la puerta de cada uno
La luz de la verdad está derramando sus brillantes rayos sobre el
mundo por medio del esfuerzo misionero. La prensa es un instrumen-
to por medio del cual son alcanzados muchos que sería imposible
alcanzar por el esfuerzo ministerial. Una gran obra podría ser hecha
presentando a la gente la Biblia tal como es. Llevad la Palabra de
Dios a la puerta de todo hombre; presentad sus claras declaraciones
con instancia a la conciencia de cada uno y repetid a todos la orden
del Salvador: “Escudriñad las Escrituras.” Amonestadles a tomar
la Bibli
tal cual es y a implorar la iluminación divina, y luego,
[130]
cuando resplandezca la luz, a aceptar gozosamente cada precioso
rayo y a afrontar intrépidamente las consecuencias.
La pisoteada ley de Dios ha de ser ensalzada delante de la gente.
Tan pronto como ésta se vuelva con fervor y reverencia a las Santas
Escrituras, la luz del cielo le revelará cosas admirables en cuanto a
la ley de Dios. Grandes verdades, durante largo tiempo obscurecidas
por la superstición y la falsa doctrina, resplandecerán de las páginas
de la sagrada Palabra. Los oráculos vivientes derraman sus tesoros
viejos y nuevos, infundiendo luz y gozo a todos los que quieran
recibirlos. Muchos son despertados de su letargo. Se levantan como
si fuese de entre los muertos, y reciben la luz y la vida que Cristo
solo puede dar. Las verdades que resultaban demasiado profundas
para intelectos gigantescos son comprendidas por niños en Cristo.
A ellos les es revelado claramente lo que había quedado oculto a la
percepción espiritual de los más sabios expositores de la Palabra,
5—1T, Tomo 2.