Página 162 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
He visto un cuadro que representaba a un buey situado entre
un arado y un altar, con la inscripción: “Listo para cualquiera de
los dos.” Estaba dispuesto a abrasarse de calor y de cansancio en el
surco, o a sangrar sobre el altar del sacrificio. Esta es la actitud que
debe asumir siempre el hijo de Dios: Estar dispuesto a ir adonde el
deber lo llama, a negarse a sí mismo y a sacrificarse por la causa de la
verdad. La iglesia cristiana se fundó sobre el principio del sacrificio.
“Si alguno quiere venir en pos de mí—dice Cristo,—niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame.”
Mateo 16:24
. El exige todo el
corazón, todos los afectos. Las manifestaciones de celo, fervor y
labor abnegada, que sus discípulos consagrados han dado al mundo,
deben encender nuestro ardor e inducirnos a emular su ejemplo. La
religión genuina da un fervor y una fijeza de propósito que amoldan
el carácter a la imagen divina, y nos capacitan para tener todas las
cosas por pérdida frente a la excelencia de Cristo. Esta sinceridad
de propósito resultará en un elemento de tremendo poder
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Testimonios para la Iglesia 5:307 (1885)
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