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Joyas de los Testimonios 2
os llegó la reprensión, porque no habéis visto ni comprendido vues-
tros defectos de carácter, ni el gran contraste que hay entre vuestra
vida y la de Cristo. ¿Qué representan vuestras oraciones mientras
conserváis iniquidad en vuestro corazón? A menos que hagáis un
cambio cabal, antes de mucho os cansaréis de la reprensión, como
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se cansaron los hijos de Israel; y como ellos, apostataréis de Dios.
Muchos contrarían directamente la luz que Dios ha dado a su
pueblo, porque no leen los libros que contienen la luz y el cono-
cimiento, en reconvenciones, reprensiones y amonestaciones. Los
cuidados del mundo, el amor a la moda y la falta de religión han
desviado la atención de la luz que Dios nos ha concedido tan mi-
sericordiosamente, mientras que libros y periódicos que contienen
errores inundan todo el país. Por doquiera están aumentando el es-
cepticismo y la incredulidad. La preciosa luz que proviene del trono
de Dios se oculta bajo un almud. Dios hará a su pueblo responsable
de esta negligencia. Habrá que darle cuenta de todo rayo de luz
que él ha dejado brillar sobre nuestra senda, sea que la hayamos
aprovechado para progresar en las cosas divinas, o rechazado porque
nos resultaba más agradable seguir nuestras inclinaciones.
Los tomos del “Espíritu de Profecía,
y también los
Testimonios
deben ser introducidos en toda familia observadora del sábado, y los
hermanos deben conocer su valor y ser instados a leerlos. No fué
el plan más sabio colocar estos libros a precios bajos, y que haya
un solo juego en una iglesia. Debieran estar en la biblioteca de cada
familia, y ser leídos a menudo. Guárdense donde puedan ser leídos
por muchos.
Recuerden los ministros y los hermanos que la verdad del Evan-
gelio endurece cuando no salva. El rechazar la luz deja a los hombres
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cautivos, atados por cadenas de tineblas e incredulidad. El alma que
se niega día tras día a escuchar las invitaciones de misericordia, se
NOTA: Mientras que hoy se usa el término “Espíritu de Profecía” en forma general
para abarcar todos los escritos de la Sra. E. G. de White, se usa aquí para designar en forma
especial el juego de cuatro tomos publicados entre los años 1870 y 1880 para presentar
el primer relato detallado que hizo la Sra. de White del conflicto de los siglos. Además
del título general de “El Espíritu de Profecía,” los tomos tienen los títulos específicos
de
El Gran Conflicto,
tomo 1, 2, 3 y 4. Como en años ulteriores la Sra. de White volvió
a escribir este relato en forma muy ampliada, se publicó en los cinco tomos de la serie
llamada del
Conflicto de los Siglos: Patriarcas y Profetas, Profetas y Reyes, El Deseado
de Todas las Gentes, Los Hechos de los Apóstoles,
y
El Conflicto de los Siglos
.—F. P. W.