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Joyas de los Testimonios 2
El objeto de un congreso consiste en inducir a todos a separarse
de los cuidados y cargas de sus negocios, y dedicar algunos días
exclusivamente a buscar al Señor. Debemos dedicar el tiempo a
examinarnos a nosotros mismos, escudriñar detenidamente nues-
tro corazón, confesar penitentemente nuestros pecados, y renovar
nuestros votos al Altísimo. Si algunos acuden a estas reuniones con
motivos menos dignos, esperamos que el carácter del congreso será
tal que inculque en sus mentes los debidos objetivos
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La fe de la mayoría de los cristianos vacilará si descuidan cons-
tantemente el plan de reunirse para conferir unos con otros y orar.
Si les fuese imposible gozar de estos privilegios religiosos, entonces
Dios les mandaría luz directamente del cielo por sus ángeles, para
animar, alentar y bendecir a su pueblo disperso. Pero no se propone
realizar un milagro para sostener la fe de sus santos. Requiere de
ellos que amen bastante la verdad para tomarse algunas pequeñas
molestias a fin de conseguir los privilegios y las bendiciones que
Dios les garantiza. Lo menos que pueden hacer es dedicar algunos
días del año a un esfuerzo unido para hacer progresar la causa de
Cristo e intercambiar sus consejos amistosos y su simpatía
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Testimonios para la Iglesia 2:601 (1871)
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Testimonios para la Iglesia 4:106, 107 (1876)
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