Página 514 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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Joyas de los Testimonios 2
Padres, designad una pequeña porción del tiempo de cada día
para estudiar la lección de la escuela sabática con vuestros hijos.
Renunciad a la conversación social, si ello es necesario, antes que
sacrificar la hora dedicada a las preciosas lecciones de la historia
sagrada. Tanto los padres como los niños se beneficiarán por su es-
tudio. Confiad a la memoria los pasajes más importantes vinculados
a la lección, no como un deber, sino como un privilegio. Aunque al
principio la memoria puede ser débil, ganará vigor con el ejercicio,
de modo que después de un tiempo os deleitaréis al atesorar las pre-
ciosas palabras de verdad. Y este hábito os proporcionará la ayuda
más eficaz en el crecimiento religioso. ...
Estudiad sistemáticamente las Escrituras en vuestras familias.
Dejad de lado cualquier cosa de naturaleza temporal; renunciad a
toda costura innecesaria y a las provisiones que no sean indispen-
sables para la mesa, pero aseguraos de que el alma sea alimentada
con el pan de vida. Es imposible computar los buenos resultados
de una hora o aun media hora que se dedique cada día en forma
placentera y sociable a la Palabra de Dios. Haced de la Biblia su
propia expositora, reuniendo todo lo que dice acerca de un tema de-
terminado, en diferentes ocasiones y en variadas circunstancias. No
anuléis vuestra clase del hogar porque haya visitas. Si llegan durante
el culto, invitadlas a tomar parte en él. Dejadles ver que consideráis
más importante la atención al conocimiento de la Palabra de Dios
que la obtención de ganancias o placeres del mundo
El que estudia en la escuela sabática debe hacerlo en serio, debe
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cavar hondo y buscar con el mayor cuidado las preciosas gemas de la
verdad contenidas en las lecciones semanales. No debe descuidar los
privilegios ni las oportunidades que tiene ahora de hacerse entendido
con respecto a las Escrituras. Dios quiere que los que profesan
seguirle se equipen cabalmente con pruebas de las doctrinas de
su Palabra. ¿Cuándo y dónde podrían obtenerlas mejor que en la
juventud y en la escuela sabática? En ningún caso deben los padres
tratar con indiferencia este asunto
Ibid. 41-43
.
Ibid. 22
.