Página 519 - Joyas de los Testimonios 2 (2004)

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La Escuela Sabática
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miento agudo y ser prestos para ver las oportunidades de hacer bien,
y aprovechar estas oportunidades hasta lo sumo
Los dirigentes y maestros de la escuela sabática necesitan la
dirección y la instrucción del Espíritu Santo, a fin de ser verdaderos
educadores, capaces de inspirar reflexión y de hacer recordar a sus
alumnos las cosas que les han enseñado. Es obra del Espíritu Santo
recordar en forma clara y distinta las palabras y las obras de Cristo
a aquellos que enseñan acerca del Redentor del mundo, a fin de
que tengan poder para ensalzar a Cristo ante su clase. En todos los
arreglos de la escuela sabática, se necesita la ayuda del Espíritu
Santo, a fin de que se puedan elegir a hombres y mujeres de Dios
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para ocupar los puestos de responsabilidad de dirigentes y maestros.
Al elegir oportunamente los dirigentes, cuídese de que no rijan
las preferencias personales, sino que se pongan en los puestos de
confianza a aquellos acerca de los cuales se tiene la convicción de
que aman y temen a Dios, y que harán de Dios su consejero. Sin el
amor y el temor de Dios, por brillante que sea el intelecto, se fracasa-
rá. Jesús dice: “Sin mí nada podéis hacer.”
Juan 15:5
. La elección de
los oficiales no debe quedar al arbitrio de los alumnos de la escuela
sabática. Para la escuela, será ventajoso cambiar frecuentemente a
los dirigentes, porque no ha de amoldar una mente a todas las demás.
Un hombre puede tener cualidades excelentes, y sin embargo, ser
deficiente en algunas cosas, y en éstas otro de los elegidos puede
ser eficiente. Las diferentes mentes y cualidades presentarán nuevas
ideas, nuevas maneras de pensar; y esto es esencial. Pero, sobre todo
lo demás, elegid a aquellos que, en la sencillez de su alma, andan
en la verdad, aman y temen a Dios, y aprenden sus lecciones en la
escuela de él. Los tales llevarán a los alumnos hacia adelante y hacia
arriba. Dirigidos por maestros prudentes, los alumnos adquirirán
un interés cada vez mayor por la Palabra de Dios, y tendrán más
profunda percepción de las Escrituras
El Señor invita a hombres y mujeres jóvenes a ceñirse para una
labor ferviente de toda la vida en la obra de la escuela sabática.
De nada valdrán los esfuerzos espasmódicos para realizar mucho
bien, o para darnos éxito en la obra de Dios. Por la perseverancia
Ibid. 125, 80, 159, 160
.
Ibid. 160, 165
.