Página 122 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
mación de los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel.
Estos mensajes, cuando se los recibe y se obra de acuerdo con ellos,
llevan a cabo su obra de preparar a un pueblo que permanezca en pie
en el gran día de Dios. Si investigamos las Escrituras para confirmar
la verdad que Dios ha dado a sus siervos para el mundo, llegaremos
a proclamar los mensajes del primero, del segundo y del tercer ángel.
Es cierto que hay profecías que aún deben cumplirse. Pero repe-
tidamente se ha llevado a cabo una obra errónea, y ésta continuará
efectuándose por aquellos que procuran encontrar una nueva luz en
las profecías, y que comienzan a apartarse de la luz que Dios ya
ha dado. Los mensajes de
Apocalipsis 14
son los que servirán para
probar al mundo; constituyen el Evangelio eterno, y deben hacerse
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resonar por todas partes. Pero el Señor no pone sobre aquellos que
no han tenido experiencia en su obra la responsabilidad de realizar
una nueva exposición de las profecías que él, mediante el Espíritu
Santo, ha revelado a sus siervos escogidos para que las expliquen.
Según las instrucciones que Dios me ha dado, ésta es la obra
que Ud., Hno. F, ha estado tratando de hacer. Algunos han reci-
bido favorablemente sus conceptos; pero esto se debe a que esas
personas carecen de discernimiento para comprender el verdadero
alcance de los argumentos que Ud. presenta. Han tenido solamente
una experiencia limitada en la obra de Dios para este tiempo, y no
alcanzan a ver hacia dónde los conducirán sus puntos de vista, y ni
Ud. mismo puede ver adónde llevarán. Están listos para aprobar sus
declaraciones; no ven nada en ellas a no ser lo que es correcto. Pero
son engañados, porque Ud. ha entretejido muchos pasajes bíblicos
con sus propias teorías. Sus argumentos parecen concluyentes para
ellos.
Pero no ocurre lo mismo con los que han tenido un conocimiento
experimental de la verdad que se aplica al último período de la
historia de este mundo. Si bien éstos ven que Ud. afirma algunas
preciosas verdades, también ven que Ud. ha aplicado mal la Biblia, y
ha colocado sus pasajes en un marco de error al que no pertenecen, y
con esto le ha hecho dar fuerza a aquello que no es la verdad presente.
No se regocije porque algunos han aceptado lo que Ud. ha escrito.
Es muy penoso para sus hermanos, que confían en Ud. como en un
cristiano y lo aman como tal, hacerle saber que la red argumentativa
que Ud. ha considerado de tanta importancia, no constituye la teoría