Página 134 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

Basic HTML Version

130
Mensajes Selectos Tomo 2
En su relación con sociedades mundanales, ¿está Ud. respetando
su pacto con Dios? ¿Dirigen estas asociaciones su propia mente o
las de otras personas hacia Dios, o bien alejan de él el interés y la
atención? ¿Fortalecen su unión con los instrumentos divinos, o bien
apartan su mente hacia lo humano en lugar de lo divino?
¿Está Ud. sirviendo, honrando y magnificando a Dios, o bien lo
está deshonrando y está pecando contra él? ¿Está Ud. recogiendo
con Cristo o está esparciendo? Todo el pensamiento, la planificación
y el fervoroso interés dedicados a esas organizaciones han sido com-
prados por la sangre preciosa de Cristo; ¿pero está Ud. sirviéndole
cuando se une con los ateos y los infieles, con hombres que profanan
el nombre de Dios, con bebedores y fumadores?
[143]
Aun cuando en estas sociedades haya mucho que en apariencia
es bueno, mezclado con ello hay mucho que neutraliza el efecto de lo
bueno, y que torna a esas asociaciones perjudiciales para los intereses
del alma. Tenemos otra vida diferente de la que es sustentada por el
alimento temporal. “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios”.
Mateo 4:4
. “Si no coméis la
carne del Hijo del hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en
vosotros”.
Juan 6:53
. Jesús dijo: “El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna”.
Juan 6:54
. Nuestros cuerpos se forman de
lo que comemos y bebemos. Y así como ocurre en el ámbito natural,
también ocurre en el espiritual; lo que sustenta nuestra naturaleza
espiritual es aquello de lo cual se alimentan nuestras mentes. Nuestro
Salvador dijo: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son
vida”.
Juan 6:63
. La vida espiritual debe ser sostenida mediante
la comunicación con Cristo a través de su Palabra. La mente debe
espaciarse en ella, el corazón debe llenarse de ella. La Palabra de
Dios establecida en el corazón, considerada sagrada, y obedecida,
mediante el poder de la gracia de Cristo puede hacer que el hombre
sea recto y puede mantenerlo recto; pero toda influencia humana y
toda invención terrenal carecen de poder para proporcionar fuerza
y sabiduría al hombre. No pueden controlar la pasión ni corregir la
deformación del carácter. A menos que la verdad de Dios controle
el corazón, la conciencia se apartará del camino recto. Pero en estas
sociedades secretas la mente es alejada de la Palabra de Dios. Los