Página 140 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
armonía con la ley de Dios, en lo que atañe a su relación con los que
obran contra la orden.
No podemos apartarnos de la verdad, no podemos alejarnos
de los principios rectos, sin olvidarnos de Aquel que es nuestra
fortaleza, nuestra justicia y nuestra santificación. Deberíamos estar
firmemente arraigados en la convicción de que cualquier cosa que
nos aleje, en cualquier sentido, de la verdad y la justicia en nuestra
asociación con los hombres, no puede beneficiarnos, y deshonrará en
gran manera a Dios. Cualquier especie de engaño o condescendencia
con el pecado es aborrecible para él.
El fraude corre a lo largo de estas sociedades secretas, y ninguna
persona que se una a ellas puede ser considerada libre delante de
Dios y del cielo. La naturaleza moral es rebajada hasta un punto que
Dios considera injusto, lo cual es contrario a su voluntad y a sus
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mandamientos. Uno que profese amar a Dios puede ser colocado en
estas sociedades en posiciones consideradas honorables, pero a los
ojos de Dios está manchando su honor como cristiano, y alejándose
cada vez más de los principios de la justicia y la verdadera santidad.
Está pervirtiendo sus facultades, que han sido compradas con la
sangre de Cristo. Está vendiendo su alma por nada.
En la revelación de sus juicios justos, Dios destruirá todas esas
sociedades, y cuando se establezca el tribunal del juicio, y se abran
los libros, se manifestará la falta de semejanza con Cristo de toda la
confederación. Los que eligen unirse con esas sociedades secretas
están rindiendo homenaje a ídolos tan sin sentido y carentes de poder
para bendecir y salvar el alma, como son los dioses de los hindúes.
Estas sociedades ofrecen algunas ventajas que desde el punto
de vista humano aparecen como grandes bendiciones, pero no son
tales cuando se juzgan según las especificaciones del Señor. Detrás
de esas aparentes ventajas se ocultan los instrumentos satánicos.
Cuanto mayor sea la cantidad de dinero que entra a la tesorería, tan-
to más grande y profundo es el mal. Las ganancias impías que han
enriquecido a esas sociedades se verán como una maldición cuando
se descubran todas sus implicaciones. Las palabras pronunciadas
por Elifás mientras hablaba con Job se pueden aplicar acertadamen-
te a estas asociaciones: “Vi ‘que echaba raíces’, pero ‘maldije su
habitación”’.
Job 5:3
. Son trampas de Satanás, son sus redes para
atrapar a las almas.