Página 159 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Se oirán amonestaciones
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No buscaron el consejo del Dios que los había creado, ni se cuida-
ron de realizar su voluntad. Recibieron el reproche de Dios porque
continuamente iban en pos de las fantasías de sus propios corazones,
y la tierra estaba llena de violencia. “Y se arrepintió Jehová de haber
hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón”. “Y miró Dios
la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne había
corrompido su camino sobre la tierra. Dijo, pues, Dios a Noé: He
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decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a
causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra”.
Génesis
6:6, 12, 13
...
Hay deberes especiales que deben realizarse, reproches especia-
les que deben darse en este período de la historia terrena. El Señor
no dejará a su iglesia sin reproches y advertencias. Los pecados
se han puesto de moda, pero no por eso son menos ofensivos a la
vista de Dios. Se los disculpa, se disminuye su gravedad y se los
excusa; se recibe amistosamente a las mismas personas que están
introduciendo teorías falsas y conceptos falsos, que confunden la
mente del pueblo de Dios, que atenúan sus sensibilidades con res-
pecto a lo que son los principios rectos. De este modo la conciencia
se ha tornado insensible a los consejos y a los reproches que se han
dado. La luz impartida y las exhortaciones al arrepentimiento han
sido extinguidas por las nubes de la incredulidad y la oposición,
introducidas por los planes y las invenciones humanas.
Dios requiere un fervor vivaz. Puede ser que los ministros no
sean muy versados en los libros; pero si hacen lo mejor que pue-
den con los talentos que poseen, si trabajan a medida que tienen la
oportunidad de hacerlo, si presentan sus declaraciones con lenguaje
sencillo, si son humildes y andan con cuidado y mansedumbre, bus-
cando la sabiduría celestial, trabajando para Dios de todo corazón, y
actúan impulsados por un motivo predominante, el amor a Cristo y
a las almas por las que él murió, entonces serán escuchados por los
hombres, y aun por los que tienen capacidades y talentos superiores.
Habrá un encanto en la sencillez de las verdades que presentan.
Cristo es el mayor maestro que el mundo ha conocido.
Juan no aprendió en las escuelas de los rabinos. Sin embargo
los reyes y los nobles, los fariseos y los saduceos, los soldados
romanos y los oficiales, los que habían sido educados en la etiqueta
de la corte, los cobradores de impuestos astutos y calculadores, y