Página 176 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

Basic HTML Version

172
Mensajes Selectos Tomo 2
La recompensa de la fidelidad
Ud. tendrá un gran conflicto con el poder del mal en su corazón.
Ha pensado que había una obra superior para Ud., pero es lamentable
que no haya realizado la obra que estaba directamente delante de
Ud., y que no la haya hecho fielmente, sin buscar en ninguna forma la
exaltación de sí mismo; si lo hubiera hecho, su alma habría recibido
una paz y un gozo más puros, ricos y satisfactorios que los que
experimentan los conquistadores terrenos. Crecer en la gracia y
el conocimiento es vivir y trabajar para Dios y hacer el mejor uso
posible de todo nuestro tiempo y de nuestras facultades. Podemos
hacerlo, porque es
nuestra
obra. Ud. debe dejar de lado sus dudas
y tener plena fe en la realidad de su misión divina, si es que desea
tener verdadero éxito en la obra.
El gozo, el éxito y la gloria de su ministerio deben consistir en
estar siempre listo para escuchar con oído atento para responder
al llamado del Maestro: “Heme aquí, envíame a mí”.
Isaías 6:8
.
Aquí estoy, Señor, con los sentimientos mejores y más santos de mi
corazón; toma mi mente con sus pensamientos más puros y nobles;
tómame y capacítame para tu servicio.
Ahora lo exhorto a volver atrás tan rápidamente como pueda;
acepte la misión que Dios le ha confiado, y busque la pureza y la
santidad para santificar esa misión. No se demore; no claudique
entre dos opiniones. Si el Señor es Dios, sírvale; pero si Baal lo
es, sírvalo a él. Ud. tiene que volver a aprender en la escuela del
sufrimiento la antigua lección de la confianza en Dios. Deje que D.
M. Canright sea absorbido por Jesús...
Puede ser que dentro de poco se llamen nuestros nombres, y que
no haya nadie para responder. Deje que la vida se oculte en Dios
y que el nombre se registre en el cielo, y sea inmortalizado. Siga
[192]
hacia dondequiera que Cristo señale el camino, y que las pisadas
que Ud. deja en las arenas del tiempo, sean de tal naturaleza que
otros puedan seguirlas en la senda de la santidad.
A lo largo de todo el camino que conduce hacia la muerte, hay
dolores y penalidades, hay aflicciones y frustraciones, hay adverten-
cias de los mensajeros de Dios que prohíben ir por él, y Dios hará las
cosas difíciles para los descuidados y los obstinados que procuran
destruirse a sí mismos. A lo largo de todo el camino ascendente que