Página 190 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

Basic HTML Version

186
Mensajes Selectos Tomo 2
el punto de vista de la rectitud. El Señor no será copartícipe de la
menor injusticia (Manuscrito 69, 1898).
El privilegio de trabajar y los sueldos
Aquellos que piensan más en sus sueldos que en el privilegio
de ser honrados como siervos de Dios, que consideran su trabajo
con un espíritu de satisfacción personal porque reciben sueldos, no
ponen abnegación ni sacrificio personal en su trabajo. Los últimos
hombres que fueron contratados, creyeron en la palabra del patrón:
“Recibiréis lo que sea justo”.
Mateo 20:7
. Sabían que recibirían lo
que merecieran, y se los favoreció porque pusieron fe en su trabajo.
Si los que habían trabajado durante todo el día hubieran puesto
[208]
un espíritu de amor y confianza en su tarea, habrían continuado
ocupando el primer lugar.
El Señor Jesús estima la obra realizada de acuerdo con el espíritu
con que se la lleva a cabo. Aceptará a los pecadores arrepentidos
que acudan a él a última hora con fe humilde y que obedezcan sus
mandamientos.
Cristo exhorta a los que están a su servicio a no regatear por una
suma estipulada, como si su Señor no los tratara con justicia. Dio
esta parábola para indicar que los quejosos no recibirían simpatía
por motivos de supuestos agravios (Manuscrito 87, 1899).
La verdadera prosperidad nunca podrá favorecer al alma que
aspira constantemente a recibir una remuneración más elevada, y que
cede a la tentación que la aleja de la obra que Dios le ha señalado. No
puede haber prosperidad para ningún hombre, para ninguna familia,
ni firma, ni institución, a menos que estén dirigidos por la sabiduría
de Dios (
Carta 2, 1898
. Folleto titulado
To the Leading Men in Our
Churches,
[A los dirigentes de nuestras iglesias], pp. 4).
“Una familia dispendiosa”
Algunas personas me han escrito para decirme que deben recibir
sueldos más elevados, y han presentado como excusa el hecho de
tener una familia dispendiosa. Y al mismo tiempo la institución
donde trabajaban se veía obligada a realizar cálculos minuciosos
para hacer frente a los gastos corrientes. ¿Por qué se tendría que