Página 205 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Los obreros de nuestras instituciones
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forma como consideró el pecado de Acán. Ve que estas personas no
pueden imprimir el molde correcto a la obra. No pueden satisfacer
las necesidades de los que trabajan en campos difíciles, quienes
deben dar parte de su sueldo para hacer frente a las necesidades de
esos campos. Dios ve cada uno de estos casos, y juzgará a los que se
miden a sí mismos de este modo, y que se preocupan egoístamente
de recibir todo lo que piensan que deberían tener (Manuscrito 97,
1899).
Un rasgo característico de la obra puesto en peligro
Debido a la gran obra que debe realizarse, nuestros obreros
deberían estar dispuestos a trabajar por una remuneración razonable.
Aun cuando pueda obtener sueldos mayores, Ud. debería considerar
el ejemplo de Cristo que vino a nuestro mundo y vivió una vida de
abnegación. Justamente ahora significa mucho qué sueldos están
exigiendo nuestros obreros. Si Ud. pide y recibe un sueldo elevado,
se abre la puerta para que otros hagan la misma cosa. La exigencia
de sueldos elevados por parte de los obreros de Battle Creek fue lo
que ayudó a echar a perder el espíritu de los obreros de aquel lugar.
Dos hombres tomaron la iniciativa en este sentido, y tres o cuatro
más se unieron a ellos, y el resultado fue una acción conjunta que,
si hubiera sido seguida por la mayoría, habría destruido uno de los
rasgos característicos de la obra de este mensaje. Los fundamentos
de la causa de la verdad presente se colocaron con abnegación y
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sacrificio personal. Este espíritu egoísta y codicioso es enteramente
opuesto a estos principios. Es como la lepra mortal que con el
tiempo enfermará todo el cuerpo. La temo. Necesitamos prestar
atención para no dejar de lado el espíritu sencillo de abnegación que
caracterizó a nuestra obra en los primeros años.
Ud. no encontrará difícil ejercer una amplia influencia en el
sanatorio de ___________. Si Ud. obra en forma desinteresada, y no
exige la remuneración que Ud. naturalmente supondría que merece,
el Señor lo sostendrá en su trabajo. Si por otra parte Ud. pide un
sueldo más elevado, entonces otros pensarán que también tienen
derecho a exigir un sueldo tan elevado como el suyo; y en esta forma
se utilizará el dinero que debería emplearse para edificar la causa de
la verdad presente en otros lugares.