Página 220 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
gación y espíritu de sacrificio, nunca participarán con Cristo en su
gloria. Debe haber un estudio con oración y un esfuerzo decidido de
parte de todos los que han de ganar la corona de la vida.
Que nadie piense que puede reclamar para sí mérito alguno debi-
do a las ventajas proporcionadas por su nacimiento, su posición o su
educación. ¿Cómo obtuvieron esas ventajas? Únicamente mediante
Cristo. Dios pide que todos los que deseen tener vida eterna imiten
al Modelo. La verdad y la justicia constituyen los principios más
importantes del Evangelio, y los únicos que Cristo reconocerá en
cualquier instrumento humano. Debe haber una sincera entrega de
nuestra voluntad a Dios; debemos renunciar a todos nuestros méritos
supuestos y contemplar la cruz del Calvario. Esta entrega a Dios
implica esfuerzo de parte del instrumento humano para colaborar
con los medios divinos; el vástago debe estar unido a la vid...
Entre los creyentes hay muchísimos que apenas tienen alimento
suficiente para comer, y sin embargo en su gran pobreza llevan sus
diezmos y las ofrendas a la tesorería del Señor. Muchas personas que
saben en qué consiste sostener la causa de Dios en circunstancias
adversas y difíciles han invertido sus recursos en la casa editora.
Han soportado voluntariamente penurias y privaciones, y han orado
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por el éxito de la causa. Sus donativos y sus sacrificios manifiestan
la ferviente gratitud y la alabanza de su parte a Aquel que los llamó
de las tinieblas a su luz admirable. Ningún incienso más fragante
puede ascender al cielo. Sus oraciones y sus donativos permanecen
delante de Dios como un monumento.
Pero la obra de Dios es una en toda su amplia extensión, y en
todas sus ramas deberían dominar los mismos principios, y debería
manifestarse el mismo espíritu. Debería llevar el sello de la obra
misionera. Cada departamento de la causa se relaciona con todas
las partes del campo evangélico, y el espíritu que controla un de-
partamento se sentirá en todo el campo. Si una parte de los obreros
recibe sueldos muy elevados, habrá otros, en diferentes secciones
de la obra, que también pedirán una remuneración más elevada, y
así se extinguirá el espíritu de abnegación en el gran corazón de la
obra. Otras instituciones manifestarán ese mismo espíritu, y el favor
del Señor les será quitado, porque él no puede aprobar el egoísmo.
De este modo nuestra obra agresiva se detendrá. Es posible hacerla
avanzar únicamente mediante un sacrificio continuo. De todas partes