Página 248 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
ser a Aquel que se conmueve a causa de nuestras enfermedades, y
sabe cómo socorrer a los que son tentados?
Cuando oro fervorosamente pidiendo restauración, y parece co-
mo si el Señor no contestase, mi espíritu casi desfallece dentro de mí.
Entonces es cuando mi querido Salvador me recuerda su presencia.
Me dice: ¿No puedes confiar en Aquel que te compró con su propia
sangre? Te llevo esculpida en las palmas de mis manos. Entonces
mi alma se alimenta con la presencia divina. Siento como si fuera
transportada fuera de mí misma a la presencia de Dios (Manuscrito
19, 1892).
Dios sabe qué es lo mejor
14 de julio de 1892
. Cuando me sobrevino la dolencia que he
padecido durante tantos meses, quedé sorprendida al no ser aliviada
inmediatamente en respuesta a la oración. Pero en mi caso se ha
cumplido esta promesa: “Bástate mi gracia”.
2 Corintios 12:9
. No
puede haber duda alguna de mi parte. Mis horas de dolor han sido
horas de oración, porque he sabido a quién confiar mis padecimien-
tos. Tengo el privilegio de reforzar mis débiles fuerzas aferrándome
al poder infinito. Día y noche permanezco sobre la sólida roca de las
promesas de Dios.
Mis pensamientos se elevan hacia Jesús impulsados por una
confianza amante. El sabe qué es lo mejor para mí. Mis noches
serían muy solitarias si no reclamara esta promesa: “Invócame en
el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”.
Salmos 50:15
;
(Manuscrito 19, 1892).
Lecciones aprendidas durante los meses de sufrimiento
He estado soportando una gran prueba a causa del dolor, el
sufrimiento y la impotencia; pero con esto he obtenido una preciosa
experiencia más valiosa que el oro para mí. Cuando me convencí de
que debía abandonar mis planes de visitar las iglesias de Australia
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y Nueva Zelandia, me pregunté seriamente si acaso había sido mi
deber salir de los Estados Unidos para venir a este país lejano. Mis
sufrimientos eran agudos. Pasé muchas noches insomnes repasando
nuestra experiencia desde que salimos de Europa para los Estados
Unidos, y esto ha constituido un motivo constante de ansiedad y