Página 268 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
Jesús coloca el dorado anillo de luz, la corona, sobre sus cabe-
citas. Dios permita que la querida madre de “Eva” pueda estar allí,
que sus pequeñas alas puedan plegarse sobre el feliz pecho de su
madre.—
The Youth’s Instructor, abril de 1858
.
Jesús dice: “apóyate en mí”
Palabras para padres que habían perdido a sus hijos en el mar
He pensado muchas veces en vosotros... Es muy grande la con-
fortación que proporciona la Escritura; abunda en expresiones de
consuelo para los afligidos y los enlutados, para los enfermos y los
dolientes. Me parece ver a Jesús deciros: Padre y madre D: “Apoyaos
en mí y reclinaos pesadamente. Yo os haré cobrar ánimo. Mi brazo
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nunca os fallará. Será fuerte para sosteneros en todos los lugares
ásperos y difíciles. Tan sólo confiad en mí y seréis conducidos en
salvo y sostenidos firmemente”.
¡Oh, la preciosa Biblia! Sus verdades están llenas de médula y
de grosura. Podemos pensar en ella y regocijarnos a la luz de las
promesas. Ahí están las misericordiosas declaraciones de un Dios
infinito. Su voz nos habla desde su Palabra. Espero que estéis de
buen ánimo.
Probablemente no seáis capaces de explicar esta aflicción que
os ha sobrevenido. Las cosas pueden permanecer rodeadas de un
misterio impenetrable hasta que el mar entregue a sus muertos. Pero
no permitáis que vuestro corazón quede agobiado por la aflicción,
porque ellos son propiedad de Dios y él hará como le place con los
suyos. Esto sabemos, que su amor es mayor de lo que podría ser
el nuestro, y Jesús los amó tanto que dio su vida para recibirlos;
por lo tanto dejadlos descansar, y que vuestro corazón siga más
decididamente a Jesús para que él satisfaga toda hambre del alma y
toda necesidad...
Cualesquiera sean las circunstancias que rodean vuestra vida,
no importa cuán oscuros y misteriosos puedan ser los caminos de
la Providencia, aunque la senda pase por aguas profundas, y las
pruebas y las aflicciones asalten una vez tras otra, a pesar de todo,
sigue teniendo valor esta declaración: “A los que aman a Dios, todas
las cosas les ayudan a bien”.
Romanos 8:28
. “Yo sé a quién he