Página 386 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
la causa. Dios quiere que su pueblo se consulte mutuamente, que
constituya una iglesia unida, y que forme un todo perfecto en Cristo.
Nuestra única seguridad radica en que sigamos los consejos del
cielo, en que procuremos hacer siempre la voluntad de Dios y en
que seamos obreros juntamente con él. Ningún grupo de personas
debe confederarse y decir: “Vamos a encargarnos de esta obra para
llevarla a cabo según nuestros propios métodos; y si no se hace como
nosotros queremos, no la apoyaremos con nuestra influencia a fin
de que no se realice”. Esta es la voz de Satanás y no la de Dios. No
obedezcáis tales sugestiones.
Lo que nos falta es el espíritu de Jesús. Cuando lo tengamos
nos amaremos unos a otros. Estas son las credenciales que debemos
llevar: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros”.
Juan 13:35
...
[430]
¡uníos! ¡uníos!
Suponed que procuremos diariamente tener nuestros corazones
unidos por los vínculos del amor cristiano. “Pero tengo contra ti—
dice el Testigo Fiel—, que has dejado tu primer amor”.
Apocalipsis
2:4
. Y luego añade: “Arrepiéntete ..., pues si no, vendré pronto a ti y
quitaré tu candelero de su lugar”.
Apocalipsis 2:5
. ¿Por qué? Porque
en nuestra separación mutua estamos separados de Cristo. Nos falta
unirnos. Cuántas veces, cuando me ha parecido estar en la presencia
de Dios y los santos ángeles, he oído la voz del ángel que decía:
“Uníos, uníos, uníos, uníos. No dejéis que Satanás arroje su sombra
infernal entre los hermanos. Uníos; en la unidad está la fuerza”.
Os repito este mensaje. Al ir a vuestros hogares, hacedlo decidi-
dos a uniros; buscad a Dios de todo corazón, y lo encontraréis, y el
amor de Cristo que sobrepasa todo entendimiento, inundará vuestros
corazones y vuestras vidas.—
General Conference Daily Bulletin
[Boletín Diario de la Asociación General], 13 de abril de 1891
.
La crisis producida por las leyes dominicales
En una visión de la noche me parecía estar repasando en mi men-
te las evidencias que tenemos para verificar nuestra fe. Vemos que
los burladores se hacen cada vez más atrevidos. Vemos que el mundo
está trabajando con el fin de establecer mediante la ley un día de