Página 392 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
Satanás llevará a cabo sus milagros para engañar y establecerá
su poder por encima de todo lo demás. Puede parecer que la iglesia
está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pe-
cadores que hay en Sion son tamizados, mientras la paja es separada
del trigo precioso. Es una prueba terrible, y sin embargo tiene que
ocurrir. Nadie fuera de aquellos que han estado venciendo mediante
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la sangre del Cordero y la Palabra de su testimonio serán contados
con los leales y los fieles, con los que no tienen mancha ni arruga
de pecado, con los que no tienen engaño en sus bocas. Debemos
despojarnos de nuestra justicia propia y vestirnos con la justicia de
Cristo.
Ataviados con la justicia de Cristo
Los miembros del pueblo remanente que purifican sus almas
mediante la obediencia a la verdad, se fortalecen en el proceso
probatorio y manifiestan la belleza de la santidad en medio de la
apostasía circundante. A todos ellos se les dice: “He aquí que en las
palmas de las manos te tengo esculpida”.
Isaías 49:16
. Se tiene de
ellos un recuerdo eterno e imperecedero. Nos falta fe ahora, una fe
viviente. Nos hace falta un testimonio viviente que penetre hasta el
corazón del pecador. Se sermonea demasiado pero se ministra muy
poco. Nos hace falta la unción celestial. Necesitamos el espíritu y el
fervor de la verdad. Muchos de los ministros casi están paralizados
por sus propios defectos de carácter. Necesitan el poder de Dios que
convierte.
Dios requirió de Adán antes de su caída una obediencia perfecta
a su ley. Dios requiere ahora lo mismo que requirió de Adán: una
obediencia perfecta, una rectitud sin defectos y sin fallas ante su
vista. Que Dios nos ayude a darle todo lo que su ley requiere. Pero
no podemos hacer esto sin esa fe que lleva la justicia de Cristo a la
práctica diaria.
Estimados hermanos, el Señor está por venir. Elevad vuestros
pensamientos y levantad vuestras cabezas y regocijaos. Queremos
pensar que los que oyen las gozosas nuevas, los que pretenden amar a
Jesús, estarán llenos de un gozo inenarrable y glorioso. Estas son las
buenas nuevas llenas de gozo que deberían galvanizar a cada alma,
y que deberían repetirse en nuestros hogares y comunicarse a las