Página 466 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
persona a quien he mencionado repetidamente lo miró con tristeza y
compasión, y dijo:
“Este es el efecto de los calomelanos. Atormentan el organismo
mientras quede en él una sola partícula. Siguen activos, sin perder
sus propiedades, durante su larga permanencia en el organismo. In-
flaman las articulaciones y con frecuencia corrompen los huesos. Su
acción se manifiesta frecuentemente en forma de tumores, úlceras y
cánceres, años después de haber sido introducidos en el organismo”.
Nuevamente se me presentó el cuarto caso: el de la mujer a
quien se le había administrado opio. Tenía el rostro cetrino, v sus
ojos estaban inquietos y vidriosos. Sus manos se agitaban como si
estuviesen afectadas de parálisis, y parecía estar muy excitada porque
pensaba que todos los presentes se habían confabulado contra ella.
Tenía la mente arruinada por completo y deliraba lastimosamente.
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Llamaron al médico y éste al parecer no se conmovió por el terrible
cuadro. Le administró a la enferma una dosis más poderosa de opio, y
declaró que eso lo arreglaría todo. Su delirio no cesó hasta que quedó
completamente intoxicada. Entonces cayó en un estupor semejante
a la muerte. La persona mencionada la miró y dijo tristemente:
“Sus días están contados. Los esfuerzos realizados por la natura-
leza han sido vencidos tantas veces por este veneno, que las fuerzas
vitales se hallan exhaustas por habérselas inducido repetidamente a
una acción forzada para librar al organismo de esta droga venenosa.
Los esfuerzos de la naturaleza están por cesar, y entonces terminará
la vida de sufrimiento de la enferma”.
La ingestión de drogas ha producido más muertes que todas
las demás causas combinadas. Si hubiera en el país un médico en
lugar de miles de ellos, se evitaría una gran cantidad de muertes
prematuras. Una multitud de médicos y de drogas han maldecido a
los habitantes del mundo, y han llevado a miles y a decenas de miles
prematuramente a la tumba.
El comer con demasiada frecuencia y en mucha cantidad recarga
los órganos digestivos y afiebra el organismo. La sangre se torna
impura y luego ocurren diversas enfermedades. Se envía a buscar
al médico, quien prescribe alguna droga que proporciona un alivio
momentáneo, pero que no cura la enfermedad. Puede cambiar la
forma de la afección, pero el verdadero mal aumenta diez veces
en intensidad. La naturaleza estaba haciendo lo mejor posible por