Página 468 - Mensajes Selectos Tomo 2 (1967)

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Mensajes Selectos Tomo 2
El uso del agua puede ser de poco valor si el paciente no experimenta
la necesidad de vigilar estrictamente su alimentación.
Muchas personas viven violando las leyes de la salud, e ignoran
la relación que existe entre sus hábitos de comida, bebida y trabajo, y
la salud. No comprenden cuál es su verdadera condición hasta que la
naturaleza protesta contra los abusos a que se la somete, provocando
dolores en el organismo. Si tan sólo en ese momento los pacientes
comenzasen a obrar bien y si utilizasen los recursos sencillos que
han descuidado: el uso de agua y el régimen de alimentación debido,
la naturaleza tendría justamente la ayuda que necesita y que debería
haber tenido mucho tiempo antes. Si se adoptan estas medidas, por
lo general el paciente se restablecerá sin debilitarse.
Cuando se introducen drogas en el organismo, por un tiempo
parecerá que éstas tienen un efecto beneficioso. Puede ocurrir un
cambio, pero no se curará la enfermedad. Se manifestará en alguna
otra forma. Los esfuerzos realizados por la naturaleza para expul-
sar la droga del organismo, provocan algunas veces un sufrimiento
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intenso al enfermo. Puede ser que esto haga desaparecer la enfer-
medad contra la cual se administró la droga, pero sólo para volver a
aparecer en una forma nueva, tal como enfermedad de la piel, úlce-
ras, dolor en las articulaciones, y algunas veces en una forma más
peligrosa y mortífera. El hígado, el corazón y el cerebro a menudo
son afectados por las drogas y con frecuencia todos esos órganos
enferman, y las desafortunadas víctimas, si es que viven, quedan
inválidas durante toda la vida, y arrastran con hastío una existencia
desgraciada. ¡Oh, cuán elevado es el costo de las drogas venenosas!
Aunque no cuesten la vida misma, su costo es demasiado alto. La
naturaleza ha sido limitada en todos sus esfuerzos. Toda la maqui-
naria está descompuesta, y en un período futuro de la vida, cuando
estos delicados órganos que han sido dañados deban llevar a cabo
una parte más importante juntamente con las demás funciones de
la maquinaria de la naturaleza, no podrán cumplir su labor pron-
tamente y con eficacia, con lo que todo el sistema sufrirá por esa
causa. Estos órganos que debían estar en una condición saludable,
se hallan debilitados, y la sangre se torna impura. La naturaleza
sigue luchando y el paciente sufre de diversas enfermedades, hasta
que hay una repentina interrupción en sus esfuerzos, y sobreviene la
muerte. Hay más personas que mueren por el uso de las drogas que