Página 228 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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La dirección de la obr
En los diarios de varias ciudades han aparecido artículos en los
cuales se da a entender que hay una lucha entre el Dr. Kellog
y la Sra. Elena G. de White en cuanto a cuál de ellos dirigirá al
pueblo adventista del séptimo día. Al leer esos artículos, me angustia
sobremanera el que haya quien entienda tan mal mi obra y la del
Dr. Kellogg como para publicar tales calumnias. No ha habido
controversia entre el Dr. Kellogg y yo en cuanto a la dirección
de la obra. Nadie me ha oído jamás pretender la dirección de la
denominación.
Tengo una obra de gran responsabilidad que hacer. Consiste en
impartir por la pluma y de viva voz la instrucción que me ha sido
dada, y debo transmitirla no sólo a los adventistas del séptimo día,
sino al mundo. He publicado muchos libros, grandes y pequeños, y
algunos de ellos han sido traducidos a varios idiomas. Esta es mi
obra: Explicar las Escrituras a otros como Dios me las ha explicado
a mí.
Dios no ha establecido realeza alguna en la iglesia adventista del
séptimo día para controlar todo el cuerpo, o para controlar algún ra-
mo de la obra. No ha dispuesto que la carga de la dirección descanse
sobre unos pocos hombres. Las responsabilidades están distribuidas
entre un gran número de hombres competentes.
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Cada miembro de la iglesia tiene voz para elegir los dirigentes
de ella. La iglesia elige a los dirigentes de las asociaciones locales.
Los delegados elegidos por las asociaciones locales eligen los de las
uniones; y los delegados elegidos por las uniones eligen a los diri-
gentes de la Asociación General. Con este arreglo, toda asociación,
Testimonios para la Iglesia 8:236-238 (1904)
.
El Dr. Juan Harvey Kellogg a quien se alude aquí fué al principio de su carrera un
dirigente adventista de confianza, y durante muchos años director médico del Sanatorio
de Battle Creek. En la fecha en que esto fué escrito estaba dando los primeros pasos
de renuncia a su adhesión antes leal a las doctrinas de la iglesia y a su firme confianza
en su administración, conducta que finalmente lo llevó a separarse completamente de la
denominación y su obra.—F.P.W.
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