Página 390 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Joyas de los Testimonios 3
tituciones establecidas en Battle Creek
y nos ha enviado una
amonestación tras otra, así como antaño Cristo amonestó a Betsaida
y Capernaum. Conviene prestar la mayor atención a cada palabra
que sale de la boca de Dios. No se puede, sin pecado, apartarse de
las palabras de Cristo. El Salvador insta a los extraviados a que se
arrepientan. Los que humillen su corazón y confiesen sus pecados,
recibirán el perdón. Sus transgresiones serán perdonadas. Pero el
hombre que piensa que es una debilidad de su parte confesar sus
pecados, no obtendrá el perdón ni verá a Cristo como su Redentor,
pues perseverará en la transgresión y cometerá una falta tras otra
y añadirá pecado tras pecado. ¿Qué hará el tal hombre cuando los
libros sean abiertos y cada uno sea juzgado según lo que estuviere
escrito en ellos?
El quinto capítulo del Apocalipsis debe estudiarse detenidamen-
te. Es de la mayor importancia para los que han de desempeñar una
parte en la obra de Dios en estos últimos días. Algunos están enga-
ñados. No se percatan de lo que está por suceder en la tierra. Son
víctimas de un error fatal los que se han dejado confundir en lo que
concierne a la naturaleza del pecado. A menos que hagan un cambio
decisivo, será
encontrados faltos cuando Dios pronuncie sus sen-
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tencias sobre los hijos de los hombres. Habiendo transgredido la ley
y quebrantado el pacto eterno, recibirán un galardón correspondiente
a sus obras.
“Y miré cuando él abrió el sexto sello, y he aquí fué hecho un
gran terremoto; y el sol se puso negro como un saco de cilicio, y
la luna se puso toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera echa sus higos cuando es movida de
gran viento. Y el cielo se apartó como un libro que es envuelto; y
todo monte y las islas fueron movidas de sus lugares. Y los reyes
de la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes,
y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las
peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre
Las dos instituciones mencionadas eran el Sanatorio de Battle Creek, destruido por
un incendio el 25 de febrero de 1902, y la imprenta Review and Herald, que se quemó el
30 de diciembre del mismo año,—F. P. W.
Las dos instituciones mencionadas eran el Sanatorio de Battle Creek, destruido por
un incendio el 25 de febrero de 1902, y la imprenta Review and Herald, que se quemó el
30 de diciembre del mismo año,—F. P. W.