Página 45 - Joyas de los Testimonios 3 (2004)

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Cristo en toda la Bibli
El poder de Cristo, el Salvador crucificado para dar vida eterna,
debe ser presentado al pueblo. Debemos demostrarle que el Antiguo
Testamento es tan ciertamente el Evangelio en sombras y figuras,
como el Nuevo Testamento lo es en su poder desarrollado. El Nuevo
Testamento no presenta una religión nueva; el Antiguo Testamento
no presenta una religión que haya de ser superada por el Nuevo. El
Nuevo Testamento es tan sólo el progreso y desarrollo del Antiguo.
Abel creía en Cristo, y fué tan ciertamente salvado por su poder,
como lo fueron Pedro y Pablo. Enoc fué representante de Cristo tan
seguramente como el amado discípulo Juan. Enoc anduvo con Dios,
y ya no fué hallado, porque Dios lo llevó consigo. A él fué confiado
el mensaje de la segunda venida de Cristo. “De los cuales también
profetizó Enoc, séptimo desde Adam, diciendo: He aquí, el Señor
es venido con sus santos millares.”
Judas 14
. El mensaje predicado
por Enoc, y su traslado al cielo, fueron un argumento convincente
para todos los que vivían en su tiempo; fueron un argumento que
Matusalén y Noé pudieron usar con poder para demostrar que los
justos podían ser trasladados.
El Dios que anduvo con Enoc era nuestro Dios y Salvador Je-
sucristo. Era la luz del mundo como lo es ahora. Los que vivían
entonces no estuvieron sin maestros que los instruyesen en la senda
de la vida; porque Noé y Enoc eran cristianos. El Evangelio se da en
preceptos en Levítico. Se requiere ahora obediencia implícita como
entonces. ¡Cuán esencial es que comprendamos la importancia de
esta palabra!
Se pregunta: ¿Cuál es la causa de la escasez que hay en la iglesia?
La respuesta es: Permitimos que nuestras mentes sean apartadas de
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la Palabra. Si la Palabra de Dios fuese comida como alimento del
alma; si fuese tratada con respeto y deferencia, no habría necesidad
de los muchos y repetidos
Testimonios
que se dan. Las simples
declaraciones de las Escrituras serían recibidas y obedecidas.
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Testimonios para la Iglesia 6:392, 393 (1900)
.
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