Página 246 - Mensajes Selectos Tomo 3 (2000)

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Mensajes Selectos Tomo 3
de sacrificio se posesionara de cada iglesia, y así toda alma que
está cerca o lejos aprendiera el valor del dinero, y lo usara mientras
puede, y dijera: “De lo recibido de tu mano te damos, Señor”.
1
Crónicas 29:14
.—
Carta 110, 1896
.
No tenemos tiempo para prestar una preocupante consideración
a lo que comeremos y beberemos, y a con qué nos cubriremos. Vi-
vamos en forma sencilla, y trabajemos con sencillez. Vistámonos
de una manera tan modesta y apropiada que seamos recibidos don-
dequiera que vayamos. Las joyas y los vestidos costosos no nos
darán influencia. Pero el ornamento de un espíritu manso y pacífi-
co—resultado de la devoción al servicio de Cristo—nos dará poder
con Dios. La bondad y la consideración en favor de los que nos
rodean son cualidades preciosas a la vista del cielo. Si no habéis
dado atención a la tarea de adquirir estas gracias, hacedlo ahora,
porque no tenéis tiempo que perder.—
Manuscrito 83, 1909
.
Los trajes que usan los predicadores adventistas del séptimo
“Que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo,
y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,
del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que
me ha sido dado según la operación de su poder”.
Efesios 3:6-7
.
“Del cual yo fui hecho ministro” no meramente para presentar
la verdad a la gente, sino para revelarla en la vida... Pero no es
sólo esto. Hay otras cosas que deben ser consideradas, en las cuales
algunos han sido negligentes, pero que son importantes según la luz
en la cual me han sido presentadas...
El cuidado en el vestido es un asunto importante. Se ha manifes-
tado aquí una falta de parte de los ministros que creen la verdad y
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la presentan. El traje de algunos ha sido desaliñado. No solamente
ha habido falta de gusto y orden en arreglar la vestimenta de una
manera adecuada por la persona, y en usar el color adecuado y co-
rrecto para un ministro de Cristo, sino que la vestimenta de algunos
ha estado sucia y desaliñada. Algunos ministros usan un chaleco
de color claro, mientras sus pantalones son de color oscuro, o un
chaleco oscuro con pantalones claros, sin que se note gusto o arreglo
ordenado del vestido sobre la persona cuando se presenta delante de