Página 34 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 3 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 3
Dios. Debiera dársele cuidadosa atención a la cultura del intelecto,
de modo que los diversos órganos de la mente puedan tener un
mismo vigor al ejercitarlos, cada uno en su función peculiar. Si los
padres permiten que sus hijos sigan la inclinación de su mente, su
propia inclinación y placer, descuidando el deber, sus caracteres
se formarán conforme a ese patrón, y no serán competentes para
ninguna posición responsable en la vida. Debieran restringirse los
deseos e inclinaciones de los jóvenes, fortalecerse los puntos débiles
de su carácter y reprimir sus tendencias demasiado fuertes.
Si a una facultad se le permite permanecer inactiva, o se la deja
desviar de su curso correcto, no se lleva a cabo el propósito de
Dios. Debieran desarrollarse completamente todas las facultades.
Debiera cuidarse cada una de ellas, porque cada una influye sobre
las demás, y todas deben ejercitarse a fin de que la mente esté
debidamente equilibrada. Si se cultivan uno o dos órganos y se usan
continuamente porque sus hijos deciden dirigir la fuerza de la mente
en una dirección, descuidando otras facultades mentales, llegarán a la
madurez con mentes desequilibradas y caracteres faltos de armonía.
Serán aptos y fuertes en una dirección, pero grandemente deficientes
en otras áreas igualmente importantes. No serán hombres y mujeres
competentes. Sus deficiencias serán visibles y malograrán todo el
carácter.
[34]
El hermano B ha cultivado una propensión casi ingobernable
por las visitas a lugares de interés y por los viajes de placer. Se
malgastan tiempo y recursos para gratificar su deseo de excursiones
de placer. Su amor egoísta por el placer conduce al descuido de
deberes sagrados. Al hermano B le encanta predicar, pero nunca
ha emprendido esta tarea sintiendo sobre sí el ¡ay! si no predica
el evangelio [ver
1 Corintios 9:16
. Frecuentemente ha dejado el
trabajo que demandaba su atención en la oficina, para cumplir con
invitaciones de algunos de sus hermanos en otras iglesias. Si hubiera
sentido la solemnidad de la obra de Dios para este tiempo y salido [al
campo] poniendo su confianza en Dios, practicando la abnegación y
exaltando la cruz de Cristo, habría logrado algo de beneficio. Pero
frecuentemente tenía tan poca comprensión de la santidad de esta
obra, que aprovechaba la oportunidad de visitar otras iglesias para
Nota del traductor.