Página 177 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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La finca de la escuela de Avondale
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colegio para la construcción de viviendas. Tuve la impresión de que
estábamos en una reunión de consulta y entre nosotros había Uno de
quien se esperaba que nos ayudase a salir de nuestras dificultades.
Las palabras que pronunció fueron sencillas y terminantes. Dijo:
“Por designio de Dios, este terreno es para beneficio de la escuela.
Habéis tenido pruebas de cómo obra la naturaleza humana y de
lo que ella revelará al ser tentada. Cuanto mayor sea el número
de familias que se establezcan alrededor del colegio, tanto más
numerosas serán las dificultades que aquejarán a maestros y alumnos.
El egoísmo natural de los hijos de los hombres está siempre listo para
manifestarse si alguna cosa no conviene. El terreno circundante debe
convertirse en una granja, y el terreno cultivado debe ser mucho más
que lo que habéis proyectado. En ese terreno debe realizarse trabajo
relacionado con el estudio. En esta institución se ha de trabajar
y estudiar conjuntamente, de acuerdo con los consejos recibidos.
Avondale debe convertirse en un centro filantrópico. El pueblo de
Dios residente en Australia ha de ser motivado por el Espíritu del
Señor a ofrecer simpatía y recursos para el sostén y fomento de
muchas iniciativas de caridad y benevolencia que proveerán medios
adecuados para enseñar a los pobres, a los desamparados y a los
ignorantes a valerse por sí mismos”.
Visión panorámica
En varias ocasiones se me ha indicado que el terreno que rodea
nuestro colegio debe usarse como campo de cultivo del Señor. En un
sentido especial, ciertas porciones debieran cultivarse intensivamen-
te. Vi delante de mí terrenos en que se había plantado toda clase de
árboles frutales que pueden prosperar en la localidad; había también
huertas de verduras donde la semilla se sembraba y cultivaba. Si los
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dirigentes de esta finca y los maestros del colegio quieren recibir la
colaboración del Espíritu Santo, tendrán sabiduría en su adminis-
tración y Dios bendecirá sus labores. El cuidado de los árboles, la
siembra y la recolección de la cosecha, serán lecciones maravillosas
para todos los alumnos. Los eslabones invisibles que conectan la
siembra y la siega han deben estudiarse, y las bondades de Dios es
necesario que se destaquen y aprecien. El Señor es el que imparte
virtud y poder al terreno y la semilla. Si no fuera por la mediación