Página 233 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Responsabilidades de los obreros médicos
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con los más degradados, si Dios coloca sobre ellos la responsabilidad
de trabajar por las masas en diferentes maneras, que éstos salgan al
frente y obtengan del mundo los medios necesarios para hacer esta
obra; pero que no dependan de los recursos que Dios ha dispuesto
para terminar la predicación del mensaje del tercer ángel.
Nuestros sanatorios necesitan el poder de la mente y del corazón,
de donde han sido secuestrados por otros ministerios. Todo lo que
Satanás pueda hacer lo hará para multiplicar las responsabilidades
de nuestros médicos, pues él sabe que esto significa debilidad, en vez
de fortaleza para las instituciones con las cuales están relacionados.
Se debe ejercer gran consideración en la obra que emprende-
mos. No debernos asumir enormes cargas en el cuidado de niños
pequeños, porque otros están haciendo esta obra. Tenemos una obra
especial: la de atender y educar a los niños de edad más avanzada.
Si hay familias que pueden hacerlo, que adopten a los pequeños,
porque así recibirán una gran bendición. Pero hay una obra mayor
y más importante en la cual ocupar la atención de nuestros médi-
cos: educar a los que han crecido con caracteres deformados. Los
principios de la reforma pro salud deben exponerse ante los padres,
para que se conviertan y puedan desempeñarse como misioneros en
sus propios hogares. Nuestros médicos han realizado esta obra, y
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todavía pueden hacerla, si no se sacrifican a sí mismos con tantas y
variadas responsabilidades.
El director médico en cualquier institución ocupa una posición
difícil y debe permanecer libre de responsabilidades menores; por-
que esto no le dejará tiempo para descansar. Debiera tener suficiente
ayuda de personas en las cuales puede confiar, pues tiene una tremen-
da obra que cumplir. Debe postrarse en oración con los sufrientes y
conducir a sus pacientes al gran Médico. Si como humilde suplican-
te busca a Dios para recibir la sabiduría necesaria para tratar cada
situación, su fuerza e influencia aumentarán notablemente.
¿Qué puede lograr el hombre por sí mismo en la gran obra
enunciada por el Dios infinito? Cristo dice: “Sin mí nada podéis
hacer”.
Juan 15:5
. Él vino a nuestro mundo para mostrar a los
hombres cómo realizar la obra que Dios les había comisionado, y
nos dice: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y
yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de
mí que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para