Página 270 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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La obra médica misionera y el mensaje del tercer
ángel
Se me ha instruido repetidamente en el sentido de que la obra
médica misionera debe tener con la obra del tercer ángel la misma
relación que tienen el brazo y la mano con el cuerpo. Bajo la direc-
ción de la Cabeza divina han de trabajar unidas en la preparación
del camino para la venida de Cristo. El brazo derecho del cuerpo de
la verdad debe estar constantemente activo, obrando de continuo,
y Dios lo fortalecerá. Sin embargo, no debe transformarse en el
cuerpo entero. El cuerpo no debe decir al brazo: “No te necesito”.
El cuerpo necesita al brazo para hacer una obra activa y agresiva.
Ambos tienen su obra señalada, y cada uno sufrirá gran pérdida si
obra independientemente del otro.
La obra de predicar el mensaje del tercer ángel no ha sido con-
siderada por algunos como Dios quiere que lo sea. Ha sido tratada
como una obra inferior, mientras que debiera ocupar un lugar impor-
tante entre los instrumentos humanos para la salvación del hombre.
Es necesario llamar la atención del mundo a las Escrituras como el
agente más eficaz para la salvación de las almas: el ministerio de la
Palabra es la gran fuerza educativa que ha de producir este resultado.
Los que desprecian el ministerio y procuran dirigir independien-
temente la obra médica misionera, tratan de separar el brazo del
cuerpo. ¿Cuál sería el resultado si tuviesen éxito? Veríamos manos
y brazos volando de aquí para allá, distribuyendo recursos sin la
dirección de la cabeza. La obra llegará a ser desproporcionada y
desequilibrada. Lo que Dios destinó a ser mano y brazo tomaría
el lugar de todo el cuerpo, y el ministerio sería empequeñecido o
totalmente pasado por alto. Esto desequilibraría las mentes y produ-
ciría confusión, y muchas partes de la viña del Señor quedarían sin
cultivar.
La obra médica misionera debe ser parte de la obra de toda
iglesia en nuestro país. Separada de la iglesia, no tardaría en ser
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una extraña mezcla de átomos desorganizados. Consumiría, pero no
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