Página 280 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
pueden hacer. Descubriréis que no son enanos en su experiencia
religiosa. Ved si en esta forma no podréis encauzar muchas de las
corrientes vitales del cielo dentro de la iglesia. Ved si no hay algu-
nos que podrían adquirirán la educación que tanto necesitan y que
podrían decir: “Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor
con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecado, nos dio
vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente
con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celes-
tiales con Cristo Jesús”.
Efesios 2:4-6
. Nuestra gran necesidad es la
unidad, perfecta unión en la obra de Dios.
Los que no pueden apreciar la importancia y la fuerza de la
obra médica misionera no deben sentirse autorizados para tratar de
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controlar ningún aspecto de ella. Necesitan un mayor conocimiento
en todas las fases de la reforma pro salud. Necesitan ser purificados,
santificados y ennoblecidos. Necesitan ser moldeados y hechos a
semejanza divina. Entonces verán que la obra médica misionera es
parte de la obra de Dios. La razón por la que muchos miembros
de iglesia no entienden este departamento de la obra, es porque no
están siguiendo a su Líder paso a paso en abnegación y sacrificio de
sí mismos. La obra médica misionera es la obra de Dios y tiene su
aprobación, y aunque los recursos no deben emplearse solamente en
este ramo de trabajo, hasta el punto de hacerle daño o imposibilitar el
trabajo que debiera hacerse en nuevos campos, no debiera restársele
importancia.
El ministerio evangélico es una organización para la procla-
mación de la verdad tanto al enfermo como al que goza de salud.
Combina el trabajo misionero médico y el ministerio de la palabra.
Mediante la combinación de estas dos actividades surgen oportu-
nidades para comunicar luz y presentar el Evangelio a todas las
clases sociales. Dios desea que tanto los pastores como miembros
de iglesia muestren un interés decidido y activo en la obra médica
misionera.
Llegar hasta la gente en el lugar preciso donde se encuentra, sin
importar su posición ni su condición, y ayudar en todo lo que sea
posible: en esto consiste el ministerio evangélico. Los que están
enfermos físicamente, casi siempre están también enfermos anímica-
mente; y cuando el alma está enferma, eso también afecta el cuerpo.
Los pastores debieran sentir que es parte de su trabajo atender a los