Página 329 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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La observancia del sábado
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y Rey grande sobre todos los dioses.
Porque en su mano están las profundidades de la tierra,
y las alturas de los montes son suyas.
Suyo también el mar, pues él la hizo;
y sus manos formaron la seca.
Venid, adoremos y postrémonos;
arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
Porque él es nuestro Dios”.
“Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
pueblo suyo somos, y ovejas de su prado”
Salmos 95:1-7; 100:3.
Estas promesas dadas a Israel son también para el pueblo de
Dios actual. Son los mensajes que el sábado nos trae.
La reforma en la observancia del sábado
El sábado es un broche de oro que une a Dios y a su pueblo.
Pero el mandamiento del sábado ha sido violado. El día santo de
Dios ha sido profanado. El sábado ha sido sacado de su lugar por el
hombre de pecado, y se ha ensalzado en su lugar un día de trabajo
común. Se ha hecho una brecha en la ley, y esta brecha ha de ser
reparada. El sábado debe ser ensalzado a la posición que merece
como día de reposo de Dios. En el capítulo 58 de Isaías, se bosqueja
la obra que el pueblo de Dios ha de hacer. Debe ensalzar la ley y
hacerla honorable, edificar en los antiguos desiertos y levantar los
fundamentos de muchas generaciones. A los que hagan esta obra,
Dios dice: “Serás llamado reparador de portillos, restaurador de
calzadas para habitar. Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu
voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicia, santo, glorioso
de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni
buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te
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deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra,
y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre: porque la boca de
Jehová lo ha hablado”.
vers. 12-14
.
El asunto del sábado será el punto culminante del gran conflic-
to final, en el cual todo el mundo tornará parte. Los hombres han