Página 330 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
honrado los principios de Satanás por encima de los principios que
rigen los cielos. Han aceptado el falso día de descanso que Satanás
ha exaltado como señal de su autoridad. Pero Dios ha puesto su sello
sobre su requerimiento real. Ambos días de reposo llevan el nombre
de su autor, una marca imborrable que demuestra la autoridad de
cada uno. Es nuestra obra inducir a la gente a comprender esto.
Debemos mostrarle que es de consecuencia vital llevar la marca del
reino de Dios, o la marca de la rebelión, porque se reconocen súbdi-
tos del reino cuya marca llevan. Dios nos ha llamado a enarbolar el
estandarte de su sábado pisoteado. ¡Cuán importante es, pues, que
nuestro ejemplo sea correcto en la observancia del sábado!
Al establecer nuevas iglesias, los ministros deben dar instrucción
cuidadosa en cuanto a la debida observancia del sábado. Debemos
precavernos, no sea que las prácticas que prevalecen entre los obser-
vadores del domingo también las sigan los que profesan observar el
santo día de reposo de Dios. La línea de demarcación debe trazarse
clara y distinta entre los que llevan la marca del reino de Dios y los
que llevan la señal del reino de la rebelión.
El sábado tiene un carácter mucho más sagrado que el que le
atribuyen muchos de los que profesan observarlo. El Señor ha sido
grandemente deshonrado por aquellos que no han guardado el sábado
de acuerdo con el mandamiento, en la letra y en el espíritu. Él pide
una reforma en la observancia del sábado.
La preparación para el sábado
Al mismo principio del cuarto mandamiento, el Señor dijo:
“Acordarte has.” Sabía que entre la multitud de cuidados y per-
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plejidades, el hombre se vería tentado a excusarse de satisfacer todo
lo requerido por la ley, o se olvidaría de su importancia sagrada. Por
lo tanto dijo: “Acordarte has del día del reposo, para santificarlo”.
Éxodo 20:8
.
Durante toda la semana, debemos recordar el sábado y hacer
preparativos para guardarlo según el mandamiento. No sólo de-
bemos observar el sábado en forma legal. Debemos comprender
su importancia espiritual sobre todas las acciones de nuestra vida.
Todos los que consideren el sábado como una señal entre ellos y
Dios y demuestren que Dios es quien los santifica, representarán los