Página 333 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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La observancia del sábado
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ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados”.
Santiago 5:16
.
Antes que empiece el sábado, tanto la mente como el cuerpo
deben retraerse de los negocios mundanales, Dios puso el sábado al
fin de los seis días de trabajo para que los hombres se detengan y
consideren lo que han ganado en la semana en su preparación para
el reino puro que no admitirá a ningún transgresor. Debemos hacer
cada sábado un examen de nuestra conciencia para ver si la semana
transcurrida trajo ganancia o pérdida espiritual. Santificar el sábado
para el Señor significa salvación eterna. Dios dice: “Yo honraré a
los que me honran”.
1 Samuel 2:30
.
El sábado en el hogar
Antes de la puesta del sol, congréguense los miembros de la
familia para leer la Palabra de Dios y para cantar y orar. Se necesita
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una reforma en esto, porque muchos han sido remisos. Necesitamos
confesarnos a Dios y unos a otros. Debemos empezar de nuevo a
hacer arreglos especiales para que cada miembro de la familia esté
preparado para honrar el día que Dios ha bendecido y santificado.
No se malgasten en la cama las preciosas horas del sábado.
El sábado de mañana, la familia debe levantarse temprano. Si se
levantan tarde, hay confusión y apresuramiento en los preparativos
para el desayuno y la Escuela Sabática. Hay apresuramiento, roces
e impaciencia. Así entran en el hogar sentimientos seculares. El
sábado, así profanado, produce cansancio, y en vez de amarse su
venida se la teme.
No debemos proveer para el sábado una cantidad o variedad
mayor de alimentos que para los otros días. En vez de esto, los
alimentos deben ser más sencillos, y debe comerse menos, a fin
de que la mente esté clara y vigorosa para comprender las cosas
espirituales. El comer demasiado anubla la mente. Se pueden oír las
palabras más preciosas sin apreciarlas, debido a que la mente está
turbada por un régimen impropio. Comiendo demasiado el sábado,
muchos han deshonrado a Dios más de lo que piensan.
Aunque debe evitarse el cocinar en sábado, no es necesario comer
alimentos fríos. En tiempo frío, caliéntese el alimento preparado
el día antes. Y sean las comidas, aunque sencillas, atrayentes y