Página 371 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Nuestra actitud hacia las autoridades civiles
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y poder, para pisotear a los que se sienten oprimidos y necesitados
de ayuda, manifiesta el espíritu de los fariseos y se arropa con el
manto de su autoproclamada dignidad. Internamente agradece a Dios
porque no es como los demás, y supone que su actitud es encomiable,
y que es bastante fuerte para no ser tentado. Sin embargo, no es así:
“Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se
engaña”.
Gálatas 6:3
. Tal persona estará en constante peligro. Quien
ignora las serias dificultades de su hermano será llevado por los
designios divinos al mismo terreno que su hermano ha atravesado en
medio de la prueba y el dolor. Por medio de esa amarga experiencia
aprenderá que él mismo es tan necesitado y desvalido como la
persona a quien ha rechazado. “No os engañéis; Dios no puede ser
burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.
Gálatas 6:7
.
“Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo
de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable,
si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
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teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada
hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad,
estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por de
los otros. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús”.
Filipenses 2:1-5
.
Mientras más cerca nos mantengamos de Cristo, y mientras más
mansos y humildes y desconfiados de nuestro yo seamos, tanto más
firme será nuestro apego a Cristo. Cuando esto suceda, mayor será
nuestro poder mediante Cristo, para convertir a los pecadores. El
agente humano es quien motiva a las almas. Los seres celestiales
cooperan con los agentes humanos para grabar la verdad en los
corazones. Al morar en Cristo podremos influir sobre los demás a
través de la presencia de Aquel que dice: “He aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Mateo 28:20
. El
poder que tenemos para vencer a Satanás es el resultado que Cristo
more en nosotros para así hacer su voluntad y las cosas que le
agradan.