Página 385 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Jóvenes en el ministerio
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en ningún momento o lugar, presenten ante Dios un sacrificio im-
perfecto, ni una ofrenda que no les haya costado estudio ni oración.
El Señor necesita hombres con una intensa vida espiritual. Cada
obrero puede recibir una dotación de fortaleza procedente de lo alto,
y puede avanzar con fe y esperanza por el camino que Dios le pide
que recorra. Palabra de Dios habita en el obrero joven y consagrado.
Es despierto, resuelto, poderoso y que encuentre en el consejo de
Dios una fuente inagotable.
Dios ha pedido a estos obreros que presenten al mundo el mensa-
je del inminente regreso de Cristo. Debemos presentar a la gente la
última invitación a la cena del Cordero. Hay miles de lugares donde
todavía no han escuchado la invitación, y, sin embargo, tienen que
recibirla. Muchos que todavía no han proclamado el mensaje, tienen
que hacerlo. Una vez más, insto a nuestros jóvenes: ¿Acaso Dios no
os ha pedido que proclaméis su mensaje?
* * * * *
¿Cuántos de nuestros jóvenes se alistarán en el servicio de Dios,
no para que se les sirva sino para ser ellos los servidores? En tiempos
pasados había quienes decidían ocuparse de un alma tras otra, y
rogaban: “Señor, ayúdame a salvar esta alma”. Pero ahora estos
casos no ocurren con frecuencia. ¿Cuántos actúan como personas
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que conocen el peligro que corren los pecadores? ¿Cuántos presentan
ante Dios a los que saben que están en peligro, los encomiendan en
oración y le suplicn que los salve? Pero, actualmente esos casos son
infrecuentes.
El apóstol Pablo dijo de la primera iglesia cristiana: “Y glori-
ficarán a Dios en mí”.
Gálatas 1:24
. ¿No viviremos de tal manera
que estas mismas palabras puedan decirse de nosotros? El Señor
proveerá métodos y medios para quienes lo busquen sinceramente.
Él desea que reconozcamos la supervisión divina revelada en la
preparación de campos de trabajo, y de medios por los cuales esos
campos puedan evangelizarse con éxito.
Los pastores y los evangelistas debieran tener más sesiones de
oración con las personas que se convencen de la verdad. Recordad
que Cristo está siempre con vosotros. El Señor tiene preparadas
las manifestaciones más asombrosas de su gracia para fortalecer y