Página 386 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
animar a los obreros sinceros y humildes. Entonces, reflejad ante
los demás la luz que Dios ha hecho brillar sobre vosotros. Los que
lo hagan llevarán al Señor la ofrenda más preciosa de todas. Los
corazones de los que escuchan las buenas nuevas de salvación y
están encendidos con el espíritu de alabanza.
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“El que tiene las siete estrellas en su diestra... dice esto”.
Apoca-
lipsis 2:1
.
Las dulces influencias que deben abundar en la Iglesia están
ligadas con los ministros de Dios, quienes deben representar el
inestimable amor de Cristo. Las estrellas del firmamento están con-
troladas por Cristo. Él las dota de luz y dirige sus movimientos; si no
lo hiciera se convertirían en estrellas fugaces. Lo mismo sucede con
los ministros. Ellos sólo son instrumentos en sus manos, y el bien
que realizan se lleva a cabo por su poder. La luz debe brillar de ellos.
Es en honor de Cristo que él haga que sus ministros sean bendiciones
mayores aún para la iglesia, mediante la obra del Espíritu Santo;
que lo que son las estrellas para el mundo. El Salvador debe ser su
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suficiencia. Si decidieran contemplarlo como él contemplaba a su
Padre, entonces harían sus obras. En la medida que ellos dependan
de Dios, él les dará su brillo para que lo reflejen sobre el mundo.
Los que son estrellas en la mano de Cristo deben recordar cons-
tantemente que siempre deben mantener una santa dignidad, porque
son representantes de Cristo. La sencillez en Cristo es dignidad pura
y sagrada de la verdad.
Los siervos de Dios deben predicar su palabra a la gente. Me-
diante la influencia del Espíritu Santo actuarán ordenadamente como
las estrellas en las manos de Cristo, para brillar con su resplandor.
Que los que aseguran ser ministros de Cristo se levanten y brillen;
porque su luz ha venido y la gloria del Señor se ha levantado sobre
ellos. Que comprendan que Cristo espera que ellos hagan la misma
obra que él hizo. Que dejen las iglesias que ya conocen la verdad,
y que vayan a establecer nuevas iglesias para presentar Palabra de
verdad a quienes ignoran el mensaje de advertencia de Dios.
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