Página 418 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
debe llevarse a cabo mediante el sacrificio. De cada hijo de Dios se
requiere abnegación. Cristo dijo: “Si alguno quiere venir en pos de
mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”.
Lucas
9:23
. Cristo da un nuevo carácter a todos los que creen; este carácter,
mediante su sacrificio infinito, es la reproducción del suyo propio.
El autor de nuestra salvación será el consumador de la obra. Una
verdad atesorada en el corazón hará lugar para otra verdad aún. Y la
verdad pone siempre en actividad las facultades de quien la reciba.
Cuando los miembros de nuestras iglesias amen verdaderamente la
Palabra de Dios, revelarán las mejores cualidades, las más poderosas;
y cuanto más nobles sean, tanto más semejantes a niños serán en
espíritu, pues creerán lo que la Palabra de Dios enseña contra todo
egoísmo.
Un raudal de luz brota de la Palabra de Dios y debemos desper-
tarnos para reconocer las oportunidades descuidadas. Cuando todos
sean fieles en lo que respecta a devolver a Dios lo suyo en diezmos
y ofrendas, se abrirá el camino para que el mundo oiga el mensaje
para este tiempo. Si el corazón de los hijos de Dios rebosara de amor
por Cristo; si cada miembro de la iglesia estuviera totalmente domi-
nado por un espíritu de abnegación; si todos manifestasen profundo
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fervor, no faltarían fondos para las misiones. Nuestros recursos se
multiplicarían, y se nos ofrecerían mil oportunidades de ser útiles.
Si el propósito de Dios de dar al mundo el mensaje de misericordia
hubiese sido llevado a cabo por su pueblo, Cristo habría venido ya a
la tierra, y los santos habrían recibido su bienvenida en la ciudad de
Dios.
Si hubo alguna vez un tiempo en que debían hacerse sacrificios,
es ahora. Los que tienen dinero deben comprender que ahora es
el momento de emplearlo para Dios. No se absorban recursos en
multiplicar las facilidades donde la obra ya está establecida. No
se añada edificio a edificio, donde se han concentrado ya muchos
establecimientos. Empléense los recursos para fundar centros en
nuevos campos. Así podréis ganar almas que desempeñarán su parte
en producir otros miembros.
Pensad en nuestras misiones en los campos extranjeros. Algunas
de ellas están luchando para establecerse; se ven privadas hasta de
las comodidades más escasas. En vez de aumentar las comodidades
ya abundantes, edificad la obra en esos campos necesitados. Vez