Página 422 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

Basic HTML Version

La casa publicadora de Noruega
[
La siguiente apelación, escrita el 20 de noviembre de 1900, se
refiere a las dificultades financieras de nuestra obra de publicaciones
en Cristianía (actualmente Oslo), Noruega. La Junta de Misiones
Extranjeras recibió en 1899 información según la cual la casa publi-
cadora en Cristianía estaba comprometida en deudas y era incapaz
de cumplir sus obligaciones, y que la institución estaba en peligro
de caer en las manos de sus acreedores. Para remediar esta situación,
se requeriría una ayuda financiera por la cantidad de 50.000 dólares.
La junta no podía proveer esta suma, y aunque nuestros hermanos
en Noruega continuaron en posesión de la casa publicadora por más
de un año después de esto, poco se hizo para auxiliarla. Parecía que
finalmente debía entregarse el edificio a los acreedores, o venderlo
para reunir fondos a fin de pagar la deuda. De este modo la insti-
tución construida mediante años de trabajo y sacrificio se perdería
para la obra del Señor. Para impedir esta gran calamidad, el Señor
habló a través de su sierva en las siguientes fervientes palabras de
apelación, instrucción y aliento.
]
Nuestra casa publicadora está en peligro, y en el nombre del
Señor apelo a nuestro pueblo en favor de ella. A todos aquellos
cuyos corazones aprecian la causa de la verdad presente se los
convoca para ayudar en esta crisis.
Aquellos que aman y sirven a Dios debieran sentir el interés más
profundo en todo lo que concierne a la gloria de su nombre. ¿Quién
podría ver una institución donde la verdad ha sido magnificada,
donde el Señor ha revelado tan a menudo su presencia, donde los
mensajeros de Dios han dado instrucciones, donde la verdad ha sido
proclamada en publicaciones que han hecho mucho bien? ¿Quién
podría soportar ver que una institución tal pase a manos de personas
mundanas, para ser usada con propósitos comunes y terrenales?
Dios ciertamente sería deshonrado si se permitiera que su institución
cayera en la ruina por falta del dinero que él ha confiado a sus
418