Página 59 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Los congresos campestres
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Palabra tienen necesidad de una presentación sencilla y clara de la
verdad. Algunos que han saboreado alguna vez la Palabra de Dios
han vivido por mucho tiempo en una atmósfera sin Dios, y anhelan
la presencia divina.
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El primerísimo asunto, y el más importante, es ablandar y sub-
yugar el alma mediante la presentación de nuestro Señor Jesucristo
como el Salvador que perdona el pecado. Jamás debiera predicarse
un sermón ni darse instrucción bíblica sobre cualquier tema sin guiar
al oyente hacia el “Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”.
Juan 1:29
. Toda verdadera doctrina coloca a Cristo en el centro.
Cada precepto recibe fuerza de sus palabras.
Mantened la cruz del Calvario delante de la gente. Mostrad lo que
causó la muerte de Cristo: la transgresión de la ley. Que el pecado
no sea encubierto ni considerado como asunto de poca importancia.
Debe presentarse como culpa contra el Hijo de Dios. Luego se debe
guiar a la gente hacia Cristo y decirle que la inmortalidad se obtiene
únicamente cuando se lo recibe como su Salvador personal.
Despertad a la gente para que vea cuán distante se encuentra de
los mandamientos del Señor por haber adoptado reglas mundanales
y haberse conformado a principios seculares. Esto ha inducido a
transgredir la ley de Dios.
* * * * *
Muchos que militan en el mundo ponen sus afectos en cosas que
en sí mismas no son malas; pero llegan a sentirse satisfechos con
ellas, y no buscan el bienestar mayor y más elevado que Cristo desea
darles. Ahora bien, no debemos procurar privarles rudamente de lo
que consideran de valor para ellos. En cambio, debemos revelarles
la belleza y la belleza de la verdad. Inducidlos a contemplar a Cristo
en su hermosura; entonces se apartarán de todos sus defectos que los
alejan de él. Este es el principio que el Salvador utiliza para tratar
con cada ser humano; es el principio que debe implantarse en la
iglesia.
Cristo vino al mundo para “vendar a los quebrantados de cora-
zón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel”.
Isaías 61:1
. “Nacerá el Sol de Justicia, y en sus alas traerá
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