Página 62 - Testimonios para la Iglesia, Tomo 6 (2004)

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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6
algunos se alejarían para nunca más regresar. Muchos adventistas, en
sus esfuerzos por compartir la verdad con otros, pueden expresar mal
lo que han oído. Otros desviarán tanto el sentido de las Escrituras
que confundirán algunas mentes.
“Los que estudian el método de enseñanza de Cristo, y se educan
para seguirlo, atraerán y retendrán multitudes, así como Cristo lo hi-
zo en su tiempo. Satanás estará presente en cada congreso campestre
para interponerse entre la humanidad y Dios con su sombra infernal,
a fin de interceptar cada rayo de luz que pueda iluminar el alma. Pero
cuando la verdad se presenta al pueblo en su carácter real y práctico,
con manifestaciones de amor, hay personas que serán convencidas,
porque el santo Espíritu de Dios impresionará sus corazones.
“Armaos con humildad; orad para que los ángeles de Dios pue-
dan acercarse a nuestro lado para impresionar la mente; porque no
sois vosotros los que usáis el Espíritu Santo, sino el Espíritu Santo
debe usaros a vosotros. Es el Espíritu Santo quien hace impresio-
nante la verdad. Mantened siempre delante del pueblo la verdad
práctica”.
No hagáis resaltar aquellos aspectos del mensaje que son una
condenación de las costumbres y prácticas de la gente, hasta que
tengan oportunidad de saber que somos creyentes en Cristo, que
creemos en su divinidad y preexistencia. Permitid que el testimonio
del Redentor del mundo sea vivido. Él dice: “Yo Jesús he enviado
mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy
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la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.
Apocalipsis 22:16
.
* * * * *
En el congreso campestre realizado en Queensland en 1898,
recibí instrucciones destinadas a nuestros obreros bíblicos. En vi-
siones nocturnas, observé a ministros y obreros en lo que parecía
una reunión donde se impartían lecciones bíblicas. Dijimos: “Hoy
tenemos con nosotros al gran Maestro”, y a continuación escucha-
mos con interés sus palabras. Él dijo: “Hay una gran obra delante
de vosotros en este lugar. Debéis presentar la verdad con sencillez.
Llevad a la gente a las aguas de vida. Habladles de los asuntos que
conciernen mayormente a su bienestar presente y eterno. Evitad que