Después del congreso campestre
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Por los caminos y los vallados
La orden de Cristo a su pueblo es: “Ve por los caminos y por
los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa”.
Lucas
14:23
.
La invitación a la fiesta del Evangelio debe presentarse primero
en los caminos. Debe ser dada a aquellos que afirman estar en los
caminos de la experiencia cristiana, a los miembros de las diferentes
iglesias. “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Apocalipsis 2:7
. En estas iglesias hay adoradores falsos y verdaderos.
Debe hacerse una obra por aquellos que se han apartado de su
primer amor, que han perdido su primer celo e interés en los asuntos
espirituales. Debemos llevar la amonestación delante de los profesos
cristianos que son transgresores de la ley de Dios. Debe dárseles el
mensaje.
El Señor dice: “Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que
tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo
conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.
Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque
no he hallado tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate, pues,
de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no
velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti”.
Apocalipsis 3:1-3
.
La amonestación para la iglesia de los últimos días también debe
ser proclamada a todos los que pretenden ser cristianos. El mensaje
de Laodicea, como una espada de dos filos, debe ser llevado a todas
las iglesias: “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente.
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¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío
ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: yo soy rico, y
me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes
que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por
tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para
que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra
la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que
veas. Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete”.
Apocalipsis 3:15-19
. Nuestra labor es proclamar este
mensaje. ¿Estamos haciendo todo esfuerzo para que las iglesias sean
amonestadas?