“Soy joven
En el principio de su reinado, Salomón oró así: “Jehová Dios
mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi
padre: y yo soy joven, y no se cómo entrar ni salir”.
1 Reyes 3:7
.
Salomón había sucedido a David su padre en el trono de Israel.
Dios le honró muchísimo, y sabemos que Salomón llegó a ser más
tarde el mayor, el más rico y el más sabio de los reyes que se hayan
sentado sobre un trono terrenal. En el principio de su reinado, por
influencia del Espíritu Santo, Salomón comprendió la solemnidad
de sus responsabilidades, y aunque rico en talentos y capacidades,
admitió que sin el auxilio divino era tan incapaz frente a su tarea
como un “joven” sin experiencia. Jamás fue Salomón más rico o
más sabio o más grande que cuando hizo a Dios esta confesión: “Yo
soy joven, y no sé cómo entrar ni salir”.
El Señor se le apareció en un sueño, y le dijo: “Pide lo que
quieras que yo te dé”. En esa circunstancia, Salomón expresó su
incapacidad y pidió la ayuda divina. Continuó diciendo: “Tu siervo
está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande,
que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu
siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu
pueblo tan grande?”
“Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le
dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos
días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos,
sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo
he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón
sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como
tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he
dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que
entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días”. Ahora, he
Publicado originalmente en
Testimonios Especiales,
serie B, n 10, titulado “Jehová
es nuestro Rey”.
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