Página 196 - Consejos para los Maestros (1971)

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Capítulo 31—La necesidad de hacer lo mejor
posible
El Señor ha hecho provisión para que las facultades más nobles
de la mente sean educadas para fines elevados. Pero en vez de esto,
los hombres las pervierten y las alistan en el servicio de los intereses
temporales, como si la ostentación de las cosas de esta tierra fuese
de importancia suprema. De esta manera las facultades superiores se
atrofian, y los hombres permanecen descalificados para los deberes
que les incumben. Si no cultivan las facultades más nobles de la
mente, no actuarán con integridad, ni aun en las obligaciones relati-
vas a esta vida. El designio de Satanás es empequeñecer y degradar
por la sensualidad las facultades de la mente; pero no es la voluntad
de Dios que el hombre entregue su mente al control del maligno. El
quiere que sus hijos hagan progresos en las actividades intelectuales
y espirituales...
El trabajo que se nos ha dado en esta vida es una preparación para
la vida eterna. Si lo realizamos como Dios quiere que lo hagamos,
toda tentación puede obrar para nuestro progreso; porque en la
medida que resistamos sus seducciones, avanzaremos en la vida
divina. En el calor del conflicto, estarán a nuestro lado agentes
invisibles, a los cuales el cielo ordenó que nos ayuden en nuestras
luchas; y en la crisis serán impartidas fuerzas, firmeza y energía, y
tendremos un poder superior al mortal.
Pero a menos que el agente humano ponga su voluntad en armo-
nía con la voluntad de Dios, y a menos que abandone todo ídolo y
venza toda mala práctica, no tendrá éxito en la guerra, sino que será
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finalmente vencido. Los que quieren ser vencedores deben entrar en
conflicto con agentes invisibles; deben vencer la corrupción interior
y poner todo pensamiento bajo el dominio de Cristo.
El Espíritu Santo obra incesantemente, procurando purificar, refi-
nar y disciplinar las almas de los hombres, a fin de hacerlos idóneos
para la compañía de los santos y los ángeles... Como hijos de Dios,
debemos hacer esfuerzos fervientes para vencer; como estudiantes
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