Página 237 - Consejos para los Maestros (1971)

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El trabajo físico para los alumnos
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Ventajas del trabajo físico
El ejercicio en las labores domésticas es de la mayor ventaja
para las niñas. La labor física no impedirá que cultiven el intelecto;
lejos de ello. Las ventajas obtenidas por el trabajo físico, darán
equilibrio a una persona, e impedirán que su mente sea recargada.
El trabajo recaerá sobre los músculos y aliviará el cerebro cansado...
Se requiere un cuerpo sano para un intelecto sano. La sanidad física
y el conocimiento práctico de todos los deberes caseros necesarios,
no será nunca un impedimento para el intelecto bien desarrollado;
ambas cosas son altamente importantes...
En generaciones pasadas, debiera haberse hecho provisión para
impartir educación en una escala mayor. En relación con las escue-
las, debieran haberse tenido establecimientos agrícolas y fabriles,
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y profesoras de labores domésticas para dedicar una porción del
tiempo de cada día al trabajo, a fin de que las facultades físicas y
mentales pudiesen ejercitarse igualmente. Si las escuelas se hubie-
ran establecido de acuerdo con el plan mencionado, no habría ahora
tantas mentes desequilibradas...
Un constante recargo del cerebro cuando los músculos permane-
cen inactivos, debilita los nervios y da a os estudiantes un deseo casi
irrefrenable de cambio y diversiones excitantes. Cuando se los deja
libres, después de haber estado confinados al estudio durante varias
horas al día, están casi desenfrenados. Muchos hay que nunca fueron
disciplinados en casa. Se les ha permitido seguir sus inclinaciones, y
piensan que la restricción de las horas de estudio es una carga severa
que se les impone; y como no tienen nada que hacer después de esas
horas, Satanás les sugiere como cambio, deportes y travesuras. Su
influencia sobre los otros estudiantes es desmoralizadora...
Si hubiese habido establecimientos agrícolas y fabriles relacio-
nados con nuestras escuelas, y maestros competentes para educar
a los jóvenes en los diversos ramos del estudio y del trabajo, que
dedicasen una porción de cada día al progreso mental y otra al tra-
bajo físico, habría ahora una clase de jóvenes más elevados para
presentarse en el escenario de acción, y para ejercer una sana influen-
cia para amoldar a la sociedad. Muchos de los jóvenes graduados
de tales instituciones saldrían dotados de un carácter estable. Ten-
drían perseverancia, fortaleza y valor para superar los obstáculos, y