Página 286 - Consejos para los Maestros (1971)

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Consejos para los Maestros
su vida para refinar, ennoblecer y santificar a los seres humanos,
quedó agraviado por lo que se realizó.
Oyendo una voz, me di vuelta para ver quién me hablaba. En-
tonces con dignidad y solemnidad Alguien dijo: “¿Es ésta la manera
de celebrar el aniversario de la apertura de la escuela? ¿Es ésta la
ofrenda de gratitud que presentáis a Dios por las bendiciones que
os ha dado? El mundo podría traer una ofrenda tan aceptable como
ésta en esta ocasión memorable. Los maestros están cometiendo
el mismo error que se ha cometido vez tras vez. Deben adquirir
sabiduría de los incidentes pasados. El mundo negligente y ateo
puede ofrecer muchas ofrendas como ésta, de una manera mucho
más aceptable”.
Dirigiéndose a los maestros, dijo: “Habéis cometido un error
cuyos efectos será difícil borrar. El Señor de Israel no queda glori-
ficado en la escuela. Si en este momento el Señor permitiese que
acabase vuestra vida, muchos se perderían, eternamente separados
de Dios y de los justos”.
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Consecuencia de apartarse una vez de lo recto
Estas cosas son una repetición de la conducta de Aarón, quien al
pie del Sinaí permitió un primer comienzo de mala conducta al dejar
que penetrase en el campamento de Israel un espíritu de holgorio
y de vulgaridad. Moisés estaba en el monte con Dios, y Aarón
había quedado encargado del pueblo. Manifestó su debilidad al no
mantenerse firmemente contra las propuestas del pueblo. Podría
haber ejercido su autoridad para impedir que la congregación hiciese
el mal, pero así como en su casa fracasó con sus hijos, demostró la
misma administración deficiente en el manejo de Israel. Su debilidad
como jefe se vio en su deseo de agradar al pueblo, aun sacrificando
los principios. Perdió su poder de mandar al conceder el primer
permiso que dejó al pueblo contrariar las órdenes de Dios en el
menor detalle. Y como resultado, entró el espíritu de idolatría, y la
corriente puesta en movimiento no pudo ser detenida hasta que se
hubieron tomado medidas severas y decisivas.
Se necesitó tiempo y mucho trabajo y pesar para borrar la influen-
cia de lo sucedido en la escuela de Avondale en aquel miércoles de