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Consejos para los Maestros
Juntamente nos conducen a Dios, enseñándonos algo de las leyes
sabias y benéficas por medio de las cuales él obra.
Cuando el estudiante reconoce a Dios como fuente de todo
conocimiento y le honra, sometiendo la mente y el carácter para
que sean amoldados por su Palabra, puede aferrarse a la promesa:
“Yo honraré a los que me honran”.
1 Samuel 2:30
. Cuanto más
cuidadosamente se cultiva el intelecto, tanto más eficazmente podrá
emplearse en el servicio de Dios, si se lo coloca bajo el dominio
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de su Espíritu. Los talentos usados son talentos multiplicados. La
experiencia en las cosas espirituales amplía la visión de los santos
y de los ángeles, y ambos crecen en capacidad y conocimiento
mientras trabajan en sus respectivas esferas.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia
de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos!”
Romanos 11:33
;
Special Testimonies on Education, 52-
57
; escrito el 16 de mayo de 1896.
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