Página 397 - Consejos para los Maestros (1971)

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El crecimiento espiritual
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No es seguro ser cristianos ocasionales. Debemos ser semejantes
a Cristo en nuestras acciones en todo tiempo. Entonces, por la gracia,
estaremos seguros para este tiempo y para la eternidad. El poder
experimental de la gracia recibido en tiempos de prueba, es de más
valor que el oro o la plata. Confirma la fe del que confía y cree. La
seguridad de que Jesús es para él un auxiliador siempre presente,
le da una osadía que le capacita para aceptar la Palabra de Dios
al pie de la letra y confiar en él con fe inquebrantable aun en las
circunstancias más penosas.
Nuestra única seguridad para no caer en el pecado consiste en
mantenernos constantemente bajo la influencia modeladora del Es-
píritu Santo y al mismo tiempo participar activamente en la causa de
la verdad y de la justicia, desempeñando todo deber dado por Dios,
pero sin asumir cargas que él no nos haya impuesto. Los médicos y
estudiantes de medicina deben permanecer firmes bajo el estandarte
del mensaje del tercer ángel, peleando la buena batalla de la fe, con
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perseverancia y éxito, no confiando en su propia sabiduría, sino en la
de Dios, vistiéndose de la armadura celestial, el equipo de la Palabra
de Dios, sin olvidar jamás que tienen un Jefe que nunca ha sido ni
puede ser vencido por el mal.
Quisiera decir a cada estudiante de medicina que desee honrar la
causa de Dios durante las escenas finales de la historia de esta tierra:
Contemple a Cristo, el Enviado de Dios, quien, en este mundo y en
la naturaleza humana, vivió una vida pura, noble y perfecta, dando
un ejemplo que todos pueden seguir sin peligro. El Señor extiende su
mano para salvar. Responda a la invitación hecha a todos para “que
echen mano... de mi fortaleza, y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan
paz conmigo!”
Isaías 27:5
, VM. ¡Cuán ávidamente toma el Señor la
mano temblorosa en la suya, reteniéndola con calor y firmeza, hasta
que los pies se asienten en terreno ventajoso!...
Confiad en Aquel que comprende vuestra debilidad. Manteneos
cerca de Cristo; porque el enemigo está listo para llevar cautivo a
cualquiera que no esté en guardia...
Son los jóvenes a quienes el Señor quiere como su mano auxilia-
dora. Samuel era tan sólo un niño cuando el Señor lo usó para hacer
una obra buena, de misericordia.
Reunid para vuestra alma la luz de la Palabra de Dios. Recordad
que día tras día estáis edificando vuestro carácter para este tiempo y