Página 79 - Consejos para los Maestros (1971)

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Nuestro colegio
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el colportaje y han renunciado a toda idea de predicar. Es una equi-
vocación. No tenemos muchos años en que trabajar, y los maestros
y el director deben estar imbuidos del Espíritu de Dios y trabajar en
armonía con su voluntad revelada, en vez de ejecutar sus propios
planes. Estamos perdiendo mucho cada año porque no prestamos
atención a lo que Dios ha dicho acerca de estos puntos.
Nuestro colegio está destinado por Dios a suplir las necesidades
progresivas de este tiempo de peligro y desmoralización. El estudio
de los libros solamente, no puede dar a los estudiantes la disciplina
que necesitan. Debe echarse un fundamento más amplio. El colegio
no fue traído a la existencia para llevar la impresión de una sola
mente humana. Los maestros y el director deben obrar juntos como
hermanos. Deben consultarse, y también consultar a los ministros y
hombres de responsabilidad, y sobre todo, buscar la sabiduría de lo
alto, a fin de que todas sus decisiones respecto a la escuela sean de
tal índole que puedan ser aprobadas por Dios.
Se necesita una educación más abarcante, una educación que
exija al personal docente más reflexión y esfuerzo de lo que exige la
simple instrucción en las ciencias. El carácter ha de recibir la debida
disciplina para su desarrollo más noble y completo. Los alumnos
deben recibir en el colegio una preparación que los habilite para
ocupar en la sociedad una posición respetable, honrada y virtuosa,
frente a las influencias desmoralizadoras que están corrompiendo a
los jóvenes.
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Sería bueno que, de ser posible, hubiera en relación con nues-
tros colegios, tierras para el cultivo y talleres, bajo la dirección de
hombres competentes para instruir a los estudiantes en los diversos
aspectos del trabajo manual. Mucho se pierde por descuidar la unión
del trabajo físico con el mental. Con frecuencia, los estudiantes
dedican sus horas libres a placeres frívolos, que debilitan las facul-
tades físicas, mentales y morales. Bajo el poder degradante de la
complacencia sensual, por la inoportuna excitación del noviazgo y
casamiento, muchos alumnos dejan de llegar a la altura de desarrollo
mental que podrían haber alcanzado de otra manera...